Nace un nuevo indicador de inflación: el café cortado americano

El índice Big Mac es mundial, se mide en dólares y muestra qué caro o barato es un país. El índice café cortado americano, es bien argentino y nació con la inflación

Por favor, no se te ocurra hablar de indexación, que esa es una palabra prohibida en el ambiente, dicen en el sector del real estate vernáculo.


Lo que se puso de moda ahora es hablar acerca del ajuste escalonado de precios. Si bien el promedio del alza que se está dando en los alquileres es del 10% en forma semestral (y 15% en el caso de los inquilinos que fijaron un precio bajo para ingresar), apareció en escena un nuevo salvaguardas presente para que la relación entre dueño e inquilino sea win-win y evitar así grandes pérdidas, ya sea de un lado como del otro.


Para darle mayor transparencia a este vínculo en tiempos de cepo democrático, en el caso de las confiterías toman como parámetro de ajuste el precio al que venden el café cortado americano, que ya cotiza alrededor de $ 15, contra $ 12 del año pasado, lo que marca un alza del 25%, al compás de la inflación. Para no tener conflictos entre las partes, lo que se hace es tomar un producto bandera del local, que refleje a ciencia cierta lo que más se vende en el local. En esto las inmobiliarias tuvieron mucho que ver, al ponerse en el rol de negociador entre ambas partes. En el caso de las cadenas de fast food, es el combo compuesto por la hamburguesa, papas fritas y gaseosa.

En las chocolaterías, toman como parámetro el precio del alfajor, mientras que las panaderías se rigen por el precio del kilo de pan. Los supermercados, en tanto, fijan una canasta de productos. Hay farmacias que toman como indicador el precio de la aspirina, mientras que ciertas tiendas deportivas se fijan en el costo de las remeras dry fit para ponderar la suba del costo del alquiler. Al comienzo, esta política tuvo reparos entre los dueños de los inmuebles: Pero entonces vos no vas a aumentar el precio de los alfajores, para que yo no te suba el valor del alquiler, le reprochaba el locador al locatario. Pero vos tenés que entender que yo vendo alfajores, no ropa, por eso es que te pongo como parámetro el valor del alfajor. Y si yo no subo el precio del alfajor voy a ganar menos, porque la competencia lo va a subir, y yo también tendré que hacerlo porque la materia prima y los sueldos también se me incrementan, le explicó el inquilino.

No más comisión inmobiliaria

Las inmobiliarias tuvieron que apelar al ingenio para poder sobrevivir. De hecho, en octubre del año pasado, antes del cepo cambiario, cobraban de comisión hasta el 2% al vendedor de un inmueble, mientras hoy los aceptan gratis con tal de tener mercadería para exhibir. Su negocio se redujo: ahora sólo le cobran al comprador el 4% del valor de la propiedad. Yo no trabajo gratis, pero como no me queda otra lo que le pido a los clientes es que al menos me recomienden entre sus conocidos. Y, de hecho, el método funcionó, ya que el boca a boca me está trayendo clientes, revela el director de una inmobiliaria.

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