Marcos y Claudia vuelven a la TV con diálogos reales filmados con cámara oculta

Paola Barrientos y Gonzalo Suárez caminan por los pasillos del shopping Abasto. Parecen una pareja más, pero no lo son. Un equipo de filmación los sigue con cámaras ocultas, registrando sus visitas a los locales, las charlas con los vendedores y el diálogo con todos los que se animan a interactuar con ellos. Después de todo, no protagonizan una tira, pero son dos de los rostros más populares de la pantalla chica. La pareja del Galicia, como la conocen los televidentes, dejó atrás la crisis sentimental que fue el leit motiv de su quinto año de campaña publicitaria, y está lista para volver a las pantallas desde el lunes próximo.

Marcos y Claudia son nombres de ficción. Pero los responsables creativos de Young & Rubicam Argentina le propusieron al Banco Galicia comprobar una verdad de la que estaban convencidos: que los personajes habían logrado trascender la tanda y se convirtieron en dos protagonistas más de la Argentina de carne y hueso.
La entidad financiera aceptó el desafío y se entregó a un formato que será novedoso, y que seguramente dará que hablar. Los actores se mezclaron con la gente, y abrieron una interacción en la que enseguida quedó ratificada la hipótesis original. Marcos y Claudia son percibidos como un matrimonio más, con una vida propia que se mueve más allá de los guiones. Ella se muestra como una fanática de las compras que busca maximizar los beneficios de su tarjeta de crédito, y él traduce con ironía y humor la eterna preocupación del que no sabe si a fin de mes podrá pagar todo. Así los ven y así les hablan.

La agencia propuso entonces desarrollar la campaña 2014 en una locación real. Los lugares elegidos fueron dos: el shopping Abasto y un vuelo de Aerolíneas Argentinas. En el primer caso, se filmó durante cuatro días consecutivos, doce horas cada jornada. Marcos (Gonzalo, en realidad) llevó una microcámara en sus lentes, al igual que otros miembros del equipo de filmación. También se usaron un iPhone y cámaras ocultas en bolsos, camisas y hasta en una billetera. En muchos diálogos la gente se animaba a preguntarles sobre sus historias pasadas (la pelea, el viaje a Venado Tuerto). Otros le daban consejos sobre cómo tratar a su mujer. En todos ambos protagonistas se las tenían que ingeniar para mencionar los productos y beneficios clave de la campaña: Vamos los jueves, el plan de descuentos que estará operativo desde mañana, y Quiero viajes, el beneficio que permite acumular puntos para distintos destinos, entre ellos el turismo. Por un pequeño auricular, los creativos ayudaban a despertar la chispa y les daban pie a la improvisación. El director Juan Taratuto (recordado por películas como No sos vos, soy yo y Un novio para mi mujer) trata de mantener la acción de ese equipo que debe moverse por el centro comercial sin despertar muchas suspicacias, para no romper el clima.

Las escenas del avión son mucho más directas y tienen menos red. Se filmaron con la ayuda de un domo (una cámara con lente circular, como el que está instalado en la vía pública) instalado en el techo de la cabina, y probablemente se verán más adelante.

El pequeño anticipo de la campaña se hizo en el piso 24 de la moderna torre que el Galicia habita en el microcentro porteño. Diego Videla, responsable de Asuntos Institucionales, Imagen y Comunicación, traduce la satisfacción con los resultados. Este año vamos a lograr mucha más cercanía con la gente, algo que es todo un desafío para un banco.

Fernanda Medina, gerenta de Publicidad, sabía que este año tenían todo un reto por delante. Hace cuatro años que lideramos la recordación publicitaria en nuestra categoría, y en 2013 recibimos un Martín Fierro, lo cual eleva la exigencia y nos pone un piso cada vez más alto, señaló.

Martín Mercado, director general creativo de Young & Rubicam, fue quien propuso cambiar el foco. La campaña del 2013 había encontrado un nuevo lugar de narración, exhibiendo la crisis de la pareja como tema central de los programas y las revistas que se ocupan de la farándula. Instalada la pelea como si fuera un reality, muchos planteaban que la opción más previsible para seguir era sellar la reconciliación con la llegada de un bebé. Pero eso, por el momento, no sucederá. En los comerciales que se verán desde el lunes (que todavía están en proceso de edición, porque se requiere contar con el permiso legal de todos los que aparecerán en la pantalla), la vida real será el estudio. La publicidad se apropiará del formato Gran Hermano y el banco quedará expuesto como nunca antes. Marcos y Claudia seguirán dando que hablar.