Complementar al euro

En plena campaña presidencial francesa, proponen moneda nacional

Existen antecedentes exitosos como los de Suiza o incluso las cuasimonedas locales. Surge como alternativa ante el proyecto de la extrema derecha de dejar el euro

Corren tiempos difíciles en Francia para los defensores de la Unión Europea (UE) y del euro. Porque de cara a las elecciones presidenciales del próximo 23 de abril, las encuestas dan como ganador en la primera vuelta al Frente Nacional, el partido de extrema derecha que propone abandonar la moneda común y repetir la experiencia del Brexit, pero esta vez en territorio francés.

Frente a un escenario que podría resultar catastrófico para el futuro de la alianza europea (junto con Alemania, Francia es una de sus dos principales economías), han ido surgiendo algunas propuestas alternativas para no abandonar el euro, pero al mismo tiempo mitigar los efectos de la crisis económica regional que ya lleva más de 6 años.

Después del estallido de la crisis subprime en 2007, la zona euro nunca logró recuperarse del todo de la hecatombe financiera internacional, lo que terminó desembocando en 2010 en su propia crisis de la deuda soberana, que todavía afecta al crecimiento regional y mantiene en una delicada situación a las economías más débiles (con Grecia como la más comprometida). En este cóctel de crisis económica, desempleo y exclusión social crecientes, no era sorprendente que fueran tomando mayor fuerza los partidos extremistas, que hasta ese momento se mantenían en un segundo plano y que no tenían chances reales de ganar elecciones en alguno de los países de la zona euro.

Sin embargo, la crisis actual les está dando la oportunidad de aspirar por fin al poder, o por lo menos de marcar la agenda política de manera profunda (ya sea con medidas de mayor control a la inmigración, o directamente con propuestas de abandono de la UE, como fue el caso exitoso en el Reino Unido en junio de 2016).

Como sucedió en Estados Unidos el año pasado, los votantes europeos están decepcionados con sus clases políticas, y ven a las elecciones como un mecanismo para castigarlas, a riesgo de votar por opciones populistas.

Si Holanda acaba de elegir darle la espalda a su candidato de extrema derecha (la semana pasada, los holandeses votaron para renovar el Parlamento y designar a su nuevo gobierno), en Francia por ahora la opción de abandonar el euro es la que cosecha más preferencias entre los votantes.

Por eso también surgen opciones como la de crear cuasimonedas que sirvan para darle mayor dinamismo a la economía (nacional o de cada región del país), sin tener que atravesar el trauma político de abandonar la moneda común. Casi un tercio lo apoya De acuerdo con una encuesta realizada en febrero pasado por la consultora "OpinionWay", casi un 30% de los franceses estaría de acuerdo con la creación de una moneda nacional complementaria al euro, que sirviera para evadirse un poco del "corsé" que impone la moneda común en la economía francesa. Porque al ingresar al euro en 1999, el banco central francés resignó su política monetaria activa, lo que por ejemplo le impide devaluar en una situación de crisis como la actual, para darle más competitividad a sus exportaciones y, de esta manera, impulsar el crecimiento económico.

La propuesta del Frente Nacional de abandonar el euro va en ese sentido: "recuperar la soberanía monetaria", sin reconocer abiertamente el costo que esa medida populista implicaría para el país. Por eso es que ha surgido la alternativa menos dura de lanzar una moneda complementaria al euro, planteada por un think tank francés.

En realidad, ya existen en Francia unas 40 "divisas" paralelas, que se utilizan principalmente en la economía social y solidaria (algo parecido a lo que se vivió durante la época del trueque en la Argentina de 2002).

Pero el modelo más parecido ya existe en Suiza con relativo éxito y fue lanzado durante la crisis de los años 1930. La moneda complementaria al franco suizo se llama "wir" y es usada por una de cada cinco pymes helvéticas (un total de 60.000 empresas) para realizar sus transacciones con proveedores, clientes y diversas inversiones (incluso registran en los balances una parte de su facturación en wir).

Se trata en definitiva de una unidad de cuenta, anclada a la cotización del franco suizo (representa el 1% de la masa monetaria en circulación), con un banco cooperativo que regula su circulación.

¿Cuáles son los beneficios de una moneda bis? Está estudiado que este sistema dinamiza una región, ya que su velocidad de circulación es muy superior a la de la divisa nacional. Para lograrlo, hace falta que la moneda se vaya depreciando con el tiempo, una idea formulada a principios del siglo XX por un teórico de las finanzas argentino, Silvio Gesell (aunque parezca insólito, también fundador de la tienda de artículos para bebés "Casa Gesell").

Al perder valor con el tiempo (en intervalos programados), las personas tienen más incentivo en no usar esta moneda como reserva de valor y, en cambio, en intercambiarla por bienes y servicios para, de esta forma, impulsar la actividad económica a nivel local. El ejemplo más cercano es de las cuasimonedas que se lanzaron en distintas provincias argentinas durante las crisis de los años 1980 y 2000 (patacones, lecop, etc.) para esquivar la falta de liquidez.

De la misma manera, esta es también la idea del proyecto francés, al proponer una a nivel nacional y "gambetear" de cierta forma las restricciones del euro, por lo menos hasta que la economía arranque nuevamente con fuerza. Y que los votantes franceses se convenzan, al igual que sus homólogos holandeses, de que es mejor seguir adentro del euro que afuera de él.

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