Crece la fuga de capitales en China tras 20 años de crecimiento económico

Ocurrió durante el cuarto trimestre de 2014 y fue por un total de u$s 91.000 millones. Si bien las reservas internacionales son enormes, los inversores comienzan a dudar

Algo podría estar cambiando en China, tras más de 20 años de fuerte crecimiento económico ininterrumpido, que llevó al país hasta convertirse en la primera potencia mundial. Se acaban de conocer los datos de las cuentas de capital y financiera de la balanza de pagos para el último trimestre de 2014 y el saldo que arrojó fue negativo, en u$s 91.000 millones (según los datos oficiales, ver cuadro), una cifra que puede ser importante o no, según el cristal con que se la mire.
Si se tiene en cuenta que las reservas internacionales chinas se acercan a los u$s 4 billones de dólares, haber tenido un saldo negativo de u$s 91.000 millones parece poca cosa, sobre todo si se teme un riesgo de corrida. Pero si se presta atención a que desde 1998 no sucedía tal cosa, genera cierta inquietud entre los analistas e inversores tratar de prever qué puede pasar de ahora en más.
Este saldo negativo se da dentro de un contexto de una balanza en cuenta corriente positiva, gracias al enorme intercambio comercial de China con el resto del mundo. Pero desde el punto de vista financiero, que salgan más capitales de los que entran da la pauta de que hay un cambio de percepción sobre el futuro inmediato de la economía doméstica. Justamente, el nivel de reservas tuvo una baja a fines del año pasado que lo llevó a los u$s 3.840 millones, de acuerdo con el Banco Popular de China (PBoC), la máxima autoridad monetaria del país, obligada a vender divisas para satisfacer la demanda de quienes retiraron sus inversiones del país.
"Esto muestra que el PBoC tuvo que intervenir vendiendo divisas de sus reservas y comprando yuanes para evitar movimientos bruscos", sostuvo Dariusz Kowalczyk, analista de Credit Agricole CIB basado en Hong Kong. Para su colega Shen Jianguang, de Mizuho Securities Asia, "esta es una señal de que se está produciendo un cambio en la estructura económica de China. Hay expectativas de que el yuan se deprecie, lo que impulsa la salida de capitales".Razones hay muchasLa idea de que el yuan pueda estar próximo a depreciarse es, probablemente, el argumento más defendido por los analistas respecto de las causas de esta fuga de capitales. La moneda doméstica mantiene un sistema de convertibilidad con respecto al dólar que, cada tanto, es modificado por el gobierno chino. Pero en líneas generales, el tipo de cambio es semifijo y sigue la cotización del dólar, para evitar que las exportaciones chinas pierdan competitividad en EEUU, su principal mercado internacional.
Sin embargo, con el reciente rally alcista del dólar y la fuerte depreciación del euro, la situación de las exportaciones chinas comienza a ser cada vez menos cómoda, de ahí que la apuesta de los inversores por una próxima depreciación del yuan cobre fuerza en la medida en que los flujos de capitales no reviertan la tendencia negativa durante el primer trimestre de 2015.
Por supuesto, que la tasa de crecimiento del PIB se haya desacelerado respecto a años anteriores también pesa a la hora de evaluar la rentabilidad de las inversiones en el país. Cada vez más inversores (nacionales y extranjeros) se plantean otras alternativas fuera del mercado chino.
En ese sentido, son muchas las empresas chinas que están invirtiendo fuera del país y realizando adquisiciones de compañías extranjeras, dentro de una estrategia de diversificación y de conquista de mercados foráneos. "También contribuyó a la salida de capitales el hecho de que varias empresas chinas han ido repagando sus deudas en moneda extranjera", agregó Kowalczyk.
Además, la gran campaña anticorrupción que lleva adelante el gobierno de Xi Jinping ha hecho que, según varios analistas, más de un inversor o funcionario chino haya preferido retirar sus activos del país en busca de horizontes más benignos.
Una forma de contrarrestar este contexto fue la decisión del PBoC de reducir los encajes bancarios en 50 puntos básicos, hasta el 19,5%, un nivel mucho más alto que en los países desarrollados. Esto equivale a inyectar liquidez en la economía por valor de u$s 100.000 millones, como herramienta para evitar la desaceleración económica e impulsar el crédito a Pymes y particulares.
En la visión de Haibin Zhu, principal economista para China de JP Morgan en Hong Kong, "el motivo más importante para el recorte es la demanda de liquidez en el sistema bancario". Desde 2005 en adelante, el encaje siguió una curva ascendente (del 8% al 20,5% en 2012) como forma de control de la economía, en momentos en que ésta mostraba signos de recalentamiento por la inflación creciente.
Hoy el panorama luce completamente distinto. Porque gran parte de la economía china está seriamente endeudada y, sobre todo, porque el 80% de esa deuda es a corto plazo. Así que si la salida de capitales se profundiza a lo largo del corriente año, el panorama podría comenzar a volverse preocupante. Como dicen los chinos, "el agua hace flotar al barco, pero también puede hundirlo".

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