Advierten que potenciar al mercado es un trampolín para la economía

Las empresas tienden a evitar el mercado de capitales por no tener en claro los costos ni los instrumentos. También es cierto que la historia reciente de inestabilidad macroeconómica hizo muy difícil su desarrollo. Expertos en el tema opinan sobre la necesidad de impulsar el mercado local

El Gobierno planea enviar un proyecto de ley para modificar la ley de mercados de capitales de 2012. Los temas relacionados con la actividad bursátil vuelven a la agenda del Gobierno, un sector fuertemente castigado en los últimos años. El conflicto con las AFJP, la falta de confianza en las instituciones y el aislamiento financiero fueron escollos para su crecimiento. De hecho, la capitalización bursátil sobre PBI es una de la más bajas de la región.

Aunque a veces la actividad bursátil es estigmatizada por concebírsela como pura especulación, es importante entender el valor agregado que puede aportar el sector financiero a la economía de un país. El hecho de que exista un mercado de capitales profundo, con un volumen de operaciones elevado y variedad de activos financieros contribuye a un crecimiento más sustentable en el largo plazo.

El Cronista consultó a varios profesores sobre esta "reforma de la reforma" y la dirección en la que debería avanzar la Argentina en esta materia.

Sebastián Arena, profesor de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella y Director de BAVSA, Sociedad de Bolsa, sostiene que la nueva ley permitió la formación de un nuevo mercado llamado ByMA. "Mirando hacia adelante, con la generación de este nuevo mercado se tienen que enarbolar la eficiencia en la inversión, la reducción de costos, la transparencia y el acceso a información de precios y de contraparte", asegura.

"Este tipo de mercados son hiper-transparentes y tienen prioridad precio-tiempo, lo que contribuye a la eficiencia. Adicionalmente la nueva ley tiene que incentivar la generación de nuevos instrumentos para volcarlos al mercado y empezar así a cambiar un sistema muy bancario en el que las empresas sólo saben acudir al banco para financiarse y evitar el mercado de capitales ya que no tienen en claro los costos, la transparencia y las herramientas que podrían tener a su disposición dentro del sector bursátil", aclara.

Para Arena, "se debe trabajar para que el ahorro y la inversión se encuentren y que a la vez, los costos de transacción y endeudamiento se reduzcan. Por ejemplo, un instrumento interesante que se ha desarrollado en los últimos tiempos ha sido el de cheques de pago a diferido y que muchas empresas han sabido explotar. Justamente, el mercado tiene que hacer más hincapié ahí y hacer más popular esa herramienta para colaborar con las empresas y permitirles una mejor financiación. En definitiva, el desarrollo del mercado te va a permitir integrarte al mundo de forma más rápida y eficiente y ese desarrollo va a contribuir a un mayor ingreso de capitales y un aumento de las inversiones".

Por su parte, Eduardo Corso, Doctor en economía y profesor de teoría monetaria y finanzas (UBA) sostiene que "a lo largo de nuestra historia los argentinos hemos ahorrado en activos externos por un monto equivalente a la capitalización del mercado de capitales chileno. Esto implica que con sólo reasignar la riqueza hacia activos locales, el desarrollo potencial del mercado de capitales local es enorme, como así también los eventuales efectos positivos sobre el crecimiento de largo plazo".

Pero aclara: "ésta no es una tarea sencilla. Es importante señalar que la composición de nuestra riqueza es el resultado de una agitada historia monetaria y el desarrollo del mercado de capitales local requerirá de aunar esfuerzos por alcanzar una sostenida estabilidad macroeconómica y nominal. La condición necesaria es la de reducir la volatilidad de precios relativos y para eso es preciso romper con nuestra historia de recurrente generación de procesos inflacionarios y disrupciones cambiarias":

José Pablo Dapena, doctor en economía y Director del Departamento de Finanzas de la Universidad del CEMA, apunta que "para estimular la oferta, lo más conveniente sería un tratamiento impositivo diferenciado para las empresas que cotizan y las que no cotizan (sobre todo porque una que cotiza está mas sujeta a supervisión). Y debería haber una escala progresiva de impuesto a las ganancias dado el tamaño de las empresas".

"Por otro lado, la superposición de organismos de vigilancia (comité de auditoría, síndico, etc) genera costos innecesarios de estructura que no siempre poseen un repago en términos de los objetivos buscados", agrega. "Desde el lado de la demanda, la salida de las AFJP significó un golpe muy fuerte, que eliminó una categoría de inversores institucionales, a pesar de que quedaron las empresas de seguros y los FCI. La promoción de los FCI permitiría agrandar los ahorros de pequeños inversores para darle liquidez al mercado", explica.

Dapena alerta que no existen motivos por los cuales el mercado de cobertura a través de puts no esté desarrollado y agrega que en un estudio del CEMA se observa que no existe en general un amplia cobertura a la baja. En el mismo sentido, el director de la maestría en finanzas de UCEMA sostiene que un mercado de capitales más desarrollado tiende siempre a contribuir al desarrollo de la economía.

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