Inversiones

Cómo ordenar tus gastos para lograr ahorrar más y mejor

A la hora de ahorrar, se recomienda en un principio poner en marcha una estrategia y un plan financiero. Cómo se hace y por qué es clave.

Administrar el dinero de manera correcta no es una tarea muy sencilla. Muchas veces caemos en diferentes tentaciones y esos gastos innecesarios pueden ser traicioneros e impedir lograr ahorrar para tener de respaldo en caso de cualquier necesidad.

En tanto, con una buena planificación financiera, se pueden crear diferentes estrategias para afrontar de mejor forma las distintas situaciones que se presenten en la vida cotidiana.

Los expertos de Adelantos.com explican que la planificación financiera es un proceso que da foco, dirección y significado a cada una de las decisiones financieras que se tomen y se logra mediante varias etapas.

Se debe partir de un diagnóstico de la situación financiera actual y de los objetivos que se quieren alcanzar, en el corto, mediano y largo plazo; para luego, determinar las prioridades y establecer un plan de inversión con el fin de ajustarlo dependiendo de los objetivos que se quieran lograr.

Adquirir disciplina financiera y desarrollar hábitos de ahorro son claves para alcanzar los objetivos propuestos, ya que permite tomar conciencia de las necesidades económicas y determinar la estrategia más adecuada que se debe seguir.

Para alcanzar las metas financieras que se ha trazado, es necesario desarrollar una planificación que siga el orden de los pasos que se mencionan a continuación:

Finanzas.

Establecer objetivos por orden de prioridad

En la vida se atraviesan diversas etapas, según la edad, proyectos y decisiones. La clave es conocer y apuntar a los objetivos que cada uno se propone en cada momento y planificar en consecuencia teniendo en cuenta las posibilidades reales (ingresos, gastos, inversiones, presupuestos).

Definir plazos para alcanzar los objetivos

Una vez que se tiene en claro cuáles son los objetivos, el siguiente paso es definir los plazos para alcanzarlo: corto, mediano o largo. Esto es crucial en el proceso de planificación.

· Un objetivo de corto plazo es un viaje, cambiar de auto o moto por los costos que implica dentro de nuestro presupuesto.

· Un objetivo a mediano plazo es ahorrar para hacer un master en una universidad. A futuro se reflejará en un aumento de los ingresos al buscar una mejor posición en laboral.

· Un plan a largo plazo es planificar el retiro laboral a través de un plan de seguro de retiro o inversiones que posibiliten tener un ingreso extra al momento del retiro.

Identificar metas y crear un presupuesto para cada una de ellas

Al tener identificadas las metas (objetivos y plazos) es fundamental crear un presupuesto para cada una de ellas, donde no solo deberá tener en cuenta los ingresos, planes de pago, sino también los tiempos o demoras.

Tomar conciencia de las decisiones financieras para no perder el control

Cada decisión tiene un impacto en el presente y en el futuro. Lo que no se ahorra en el presente no estará como fondo en el futuro.

Por eso, para poder ahorrar, se debe planificar un presupuesto aplicando, la metodología del 50-30-20. Este método consiste en aportar el 50% del ingreso a los gastos fijos; 30% a los variables y un 20% al ahorro.

Los gastos fijos, son aquellos que deben ser afrontados mensualmente y forman parte de la vida cotidiana como los alimentos, alquiler, impuestos.

Mientras que gastos variables, son gastos regulares que forman parte de la rutina diaria como la cuota de las plataformas de streaming, combustible, gimnasio o delivery.

Es por esto que lo ideal es comenzar analizando profundamente las finanzas personales o familiares. Posiblemente sea el proceso más difícil y engorroso pero será la clave del ahorro.

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