Inversiones

Bonos que ajustan por inflación: por qué los inversores ven atractivo en los títulos más largos

Para encontrar rendimientos reales positivos, los inversores deben acceder a bonos que ajustan por CER con vencimiento a 2022. Con el rally en el tramo más corto, el tramo medio de la curva va teniendo cada vez más adeptos.

Las tasas que pagan los bonos que ajustan por CER no logran equiparar la inflación esperada para los próximos meses, por lo que dejan un rendimiento real negativo. Dado este contexto y los rendimientos dentro de la curva, en el mercado ven valor en la parte media de la misma, en donde recién vuelven a aparecer los rendimientos reales positivos.

La curva de deuda ajustable por inflación muestra pendiente positiva, en la que los vencimientos más cortos tienen rendimientos más bajos y van ascendiendo a medida que se alarga la duración. Sin embargo, la pendiente de la curva se muestra muy empinada. La parte más corta de la curva opera con tasas negativas de -8% (T2X1) y se mantiene con tasas reales debajo del 0 hasta 2022, cuando el Boncer 2022 (T2X2) rinde 0,5% por encima de la inflación.

Ante la aceleración inflacionaria que se espera para los próximos meses, las recomendaciones de los analistas es mantener exposición a deuda CER.

Los analistas de Criteria explicaron que una aceleración de los precios en el último semestre (3,6% mensual, en promedio) ha generado una sobredemanda por cobertura en el mercado a través de los bonos CER.

"La notable demanda por bonos CER en los plazos más cortos ha empujado el precio de los bonos al alza y los rendimientos a terreno negativo. En este sentido, una búsqueda sostenida de cobertura en un escenario de inflación acelerada produjo una caída muy pronunciada en el rendimiento real de estos bonos ajustables. Algunos llegan incluso a cotizar a tasas fuertemente negativas en los tramos más cortos", detallaron desde Criteria.

Por su parte, Javier Martínez Serra, analista de Estrategia de Banco Galicia, indica que el hecho de que se observen rendimientos reales positivos recién a partir de 2022 está explicado por expectativas de inflación aún en niveles elevados para los próximos meses, en comparación a la observable desaceleración en la depreciación del tipo de cambio oficial con la finalidad de alcanzar las proyecciones planteadas en el Presupuesto 2021 y a las expectativas de relativa estabilidad en el nivel de tasas de interés.

Rendimientos en la parte media de la curva

El hecho de que los bonos que ajustan por CER no ofrezcan rendimientos reales positivos hasta 2022, junto con la aceleración inflacionaria que espera el mercado, empuja a los inversores a que busquen alargar duration dentro de la curva, poniendo el ojo en el tramo medio, en los vencimientos entre 2022 a 2026.

Desde Criteria ven con poca probabilidad la reducción del déficit fiscal este año por debajo del 4,5% presupuestado y por lo tanto consideran que se requerirá de una fuerte emisión monetaria en la segunda parte del año, donde las necesidades fiscales son más intensas. En ese escenario, ven valor en los bonos CER entre 2022 o 2023.

"En un escenario de tasas reales negativas, creemos que el stock de pesos en la economía tendrá dificultades para encontrar alternativas atractivas de inversión. En este contexto, esperamos que la demanda por cobertura bajo bonos CER se mantenga robusta en el segundo semestre, lo que genera de hecho un espacio de valor para posiciones tácticas en los bonos CER con vencimiento en 2022 o 2023", comentaron desde Criteria.

Martín Mansur, líder del área de productos de Banca Privada de Santander, proyecta que los próximos meses podría haber una relativa calma cambiaria, abriendo una ventana de tiempo para invertir en activos en pesos, en forma táctica.

Entre los activos en moneda local que favorece Mansur, la curva CER es uno de los espacios más demandados. "Consideramos que la parte corta de la curva, que ya presenta rendimientos negativos, podría estar algo cara. Por eso, para aquellos inversores que tienen una mayor tolerancia a la volatilidad, preferimos alargar duration hacia la parte media y larga de la curva, donde encontramos más valor, con rendimientos sobre inflación que promedian 5% en la parte media y parten de 8% en la parte más larga", dijo.

Sin embargo, el especialista advierte sobre los riesgos que conlleva aumentar los plazos del posicionamiento. "Incrementos en la volatilidad en el mercado de los tipos de cambio bursátiles podrían impactar en las valuaciones. Es decir, aumentos súbitos en el MEP, por ejemplo, podría derivar en una baja más pronunciada en los bonos CER largos. Por otro lado, datos de inflación por debajo de la anticipado por el mercado también podrían repercutir negativamente en los precios", afirmó.

Por último, Javier Martínez Serra sumó que en las últimas semanas los inversores han hecho un mayor énfasis en instrumentos ajustables por inflación, en contraste con un castigo a bonos dólar linked. En ese sentido, desde Banco Galicia ven valor en los vencimientos CER desde 2023 a 2024.

"El nuevo nivel de rendimientos de los bonos dólar linked, consolidándose en terreno positivo, nos llevó a replantearnos su atractivo en lo que pudiera ser un overshooting. Mirando hacia adelante, favorecemos posicionamientos en el tramo medio de la curva CER, en instrumentos con una duración de entre 2 y 3 años (desde TX23 hasta TX24), y nos sentimos cómodos en estos niveles en diversificar posiciones con bonos dólar linked, siguiendo de cerca el potencial riesgo de emisiones adicionales en esta categoría", expresó.

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