Paraísos fiscales: sale Suiza, entra Dakota del Sur

Tras perseguir a los bancos suizos por ayudar a los estadounidenses a ocultar su dinero, Estados Unidos se ha convertido en un imán para la riqueza offshore. Los fideicomisos familiares están en auge el Estado del oeste, libre de impuestos y con garantía de secreto

Los herederos de la fortuna del empresario de la goma de mascar William Wrigley tienen una oficina del fideicomiso familiar en una antigua tienda de descuentos que ocupa toda una esquina en el centro de Sioux Falls, Dakota del Sur. Lo mismo ocurre con la familia Carlson, propietarios de la cadena Radisson, y la familia de John Nash, el fallecido gigante de fondos de cobertura.

Estas tres se encuentran entre las 40 sociedades fiduciarias que comparten domicilio en South Phillips Avenue al 201, en un modesto edificio de dos plantas construido en ladrillo blanco. En el interior, se administran u$s 80.000 millones en activos fiduciarios.

Dakota del Sur es más conocido por sus grandes extensiones de planicies y el monumento del monte Rushmore, donde las cabezas de cuatro presidentes están talladas en la ladera de las Black Hills. Su población, de 858.469 habitantes, ocupa el lugar 46 a nivel nacional. Los lugareños bromean con que tiene más faisanes -alrededor de 1,5 millones- que personas.

Sin embargo, independientemente de su encanto de pueblo, Sioux Falls se ha convertido en un imán para los ultraricos que crean fideicomisos para proteger su fortuna de las cargas impositivas y futuros excónyuges. Los activos que se encuentran en fideicomisos de Dakota del Sur crecieron de u$s 32.800 millones en 2006 a más de u$s 226.000 millones en 2014, según la división de banca del estado. El número de sociedades fiduciarias pasó de 20 en 2006 a 86 este año.

El rol del estado de Dakota del Sur como un paraíso fiscal de la llanura atrajo atención no deseada a partir de la publicación de los Panama Papers, investigación llevada a cabo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. La filtración de más de 11 millones de documentos de un estudio jurídico de Panamá -algunos de los cuales se subirán a una base de datos pública hoy- despertó interés sobre el anonimato que se ofrece en Estados Unidos.

Tras años de amenazar a bancos suizos y de otros países que ayudaban a los estadounidenses a ocultar su dinero, se acusa a Estados Unidos de proporcionar servicios similares al resto del mundo. "Estados Unidos es la nueva Suiza", sostiene David Wilson, socio de Schellenberg Wittmer, un estudio jurídico de Suiza. "En la industria sabemos esto desde hace varios años."

Estados Unidos lleva años dedicándose a captar fondos de fuentes extranjeras no declaradas. En 2011, la Florida Bankers Association informó al Congreso que había cientos de miles de millones de depósitos extranjeros en bancos estadounidenses porque "desde hace más de 90 años, el gobierno de Estados Unidos ha alentado a los extranjeros a poner su dinero en bancos estadounidenses eximiendo a los depósitos del pago de impuestos y la presentación de informes".

El Boston Consulting Group estima que u$s 800.000 millones de la riqueza offshore se encuentran en Estados Unidos, casi la mitad de los cuales proviene de América Latina. Eso pone al país muy por detrás de los u$s 2.700 millones de Suiza, pero se espera que crezca a casi el 6% anual... más rápido que cualquiera de sus rivales, excepto Hong Kong y Singapur.

Bruce Zagaris, un abogado de la firma Berliner, Corcoran & Rowe, radicado en Washington, sostiene que el sector offshore de Estados Unidos es incluso más grande de lo que se piensa. "Creo que Estados Unidos ya es el mayor centro offshore del mundo. Hizo verdaderamente un buen trabajo de invalidación de la competencia de los bancos suizos".

El crecimiento cobró impulso gracias a las normas internacionales de información introducidas en 2014 para acabar con los paraísos fiscales... y adoptadas en casi todos los países, excepto Estados Unidos, que había creado sus propias normas. Sin embargo, estas normas presentan deficiencias que mantuvieron las ventajas de fideicomisos tales como los que se ofrecen en Dakota del Sur. Es poco probable que las normas propuestas por la Casa Blanca la semana pasada para obligar a las empresas a revelar más información acerca de sus propietarios erosionen esas ventajas.

Los fideicomisos logran escapar al control tanto de las normas estadounidenses como internacionales siempre que el propietario designe a un fiduciario local y a un "protector" extranjero para que dirija a los fiduciarios. Las empresas de Dakota del Sur promueven activamente el secreto ofrecido mediante la apertura de un fideicomiso en el estado.

Según el sitio web de South Dakota Trust Company, uno de los fideicomisos más destacados, "muchas de las jurisdicciones offshore son cada vez menos atractivas para familias internacionales en busca de confidencialidad". "En consecuencia, la estabilidad de Estados Unidos combinada con sus leyes modernas en materia de fideicomisos... puede ser más atractiva para muchas familias internacionales que un fideicomiso offshore radicado en un país menos poderoso".

Líder en fideicomisos

Desde antes de la fiebre de los intereses internacionales, el sector de los fideicomisos de Dakota del Sur estaba en auge. Sin impuestos sobre la renta personal ni corporativa, sin límites en "fideicomisos de dinastía" y fuertes leyes de protección de activos protegiendo los activos contra esposas próximas a convertirse en excónyuges, Dakota del Sur dio un salto a la cima del ranking anual de la industria de los fideicomisos. Nevada, Delaware y Alaska también compiten por cuentas.

El entorno jurídico acogedor de Dakota del Sur se remonta a la planta baja de la antigua tienda de descuentos sobre la Phillips Avenue. Arriba está la oficina de la esquina de Pierce McDowell III, el hombre responsable en gran medida del renacimiento del estado.

McDowell, de 58 años, tiene una mata de pelo rizado y un don para contar historias. (Su abuelo, Pierce, a quien la familia llama "P1", trabajaba en un pequeño banco de Dakota del Sur cuando fue atacado por la banda de John Dillinger durante su ola delictiva de la década de 1930). Maneja hasta su oficina en una bicicleta de ruedas anchas, incluso en la nieve, cuando no tiene que volar a Nueva York o California a ver a clientes y asesores.

El presidente de SDTC hace hincapié en la importancia de las relaciones para el éxito de su negocio y afirma que las familias a las que presta servicios quieren proteger a las generaciones futuras, no evitar el pago de impuestos.

McDowell fue un evangelista de Dakota del Sur durante casi 25 años. En 1993, escribió un artículo para la revista Trusts and Estates. Manifestó que en Dakota del Sur las familias podían emplear "la misma estrategia utilizada por los Rockefeller y los Vanderbilt durante generaciones para evitar el pago de impuestos sobre inmuebles".

El artículo llamó la atención de Al King, entonces director de la división de fideicomisos del Citibank de Nueva York, quien contrató a McDowell para administrar la oficina de Dakota del Sur del banco. La combinación de contactos legales de Al King y el conocimiento local de McDowell catapultaron el negocio. En 2002, la dupla se estableció por su cuenta, y creó SDTC: McDowell se radicó en Sioux Falls y Al King, en Nueva York.

La empresa no maneja dinero. Ayudan a que los fideicomisos privados cumplan los requisitos estatales, tales como tener a alguien en el estado que se desempeñe como director, abrir oficinas y llevar a cabo tareas administrativas dentro de las fronteras estatales. Las sociedades fiduciarias tienen la obligación de celebrar dos reunones anuales de directorio en el estado. Las cuotas anuales parten de u$s 35.000 "en el extremo inferior" y suben.

Ciertos aspectos de la industria de los fideicomisos fueron objeto de críticas. Estados como Nueva York se quejaron por la pérdida de miles de millones de dólares en negocios en manos de estados que favorecen la constitución de fideicomisos, así como de ingresos procedentes de impuestos sobre la renta, que se estimaron en u$s 150 millones en 2013.

Lawrence Waggoner, profesor de derecho de la Universidad de Michigan, critica a los fideicomisos de dinastía, promovidos inicialmente por estados como Dakota del Sur, tildándolos de "disparate".

Sostiene que con el tiempo terminarían divididos por disputas y se tornarían muy difíciles de manejar. En unos pocos cientos de años, habría decenas de miles de beneficiarios. La organización de una reunión sería imposible: ni el estadio de fútbol Rose Bowl de California sería lo suficientemente grande como para albergar a todos.

Algunos analistas se preguntan si el estado recibe suficiente de los beneficios que proporciona. En el año fiscal 2015, Dakota del Sur recaudó u$s 1.790 millones de sociedades fiduciarias. La legislatura aprobó un presupuesto estatal de u$s 4.300 millones el año pasado.

Bernie Hunhoff, un senador estatal demócrata, propuso la imposición de un impuesto sobre la renta de las sociedades. "Tuvimos una gran cantidad de legislación en materia de fideicomisos y mucho dinero se está moviendo a Dakota del Sur, y [estas sociedades] se benefician de nuestra legislación impositiva", sostiene. "Esa es una de las razones por la que pensé que necesitábamos un impuesto sobre la renta de sociedades."

Sacar ventaja

Andy Holmes se mudó desde Kansas City el año pasado para ayudar a su empresa, Great Plains Trust Company, a aumentar su presencia en Dakota del Sur, después de que clientes, incluyendo celebridades y deportistas famosos, preguntaran acerca de los beneficios que ofrecía el estado.

Great Plains trabajó con SDTC para aprender todos los gajes del oficio, pero el año pasado alquiló una oficina sin ventanas en un edificio de ladrillo y vidrio para sus dos empleados. Al final del pasillo está Maroon Trust, que administra el dinero de la familia Pritzker de Chicago. En otra parte del mismo piso hay una empresa de construcción de techos. Comparten la recepcionista.

Holmes estima que el 90% de los fideicomisos constituidos en el estado "son lo que llamo sociedades ficticias en las que, básicamente, se cuenta con un apartado de correos o una oficina y alguien que viene dos veces al año para celebrar reuniones de directorio y cumplir los requisitos normativos. Pero aquí no hay ninguna persona real para atender a Sioux Falls. Estamos tratando de sacar ventaja de eso".

Por ahora, el mayor desafío para la industria, sostiene McDowell, son las críticas sobre el secreto que puede garantizar. "Lo mucho que se ha escrito sobre este tema parece ser tan siniestro", agrega. "Todas estas leyes fiscales están ahí por una razón. No se trata de evasión impositiva, se trata de planificación."

Bret Afdahl, director de la división de banca del estado, declara que los requisitos que deben reunirse para poder constituir un fideicomiso aumentaron, por ejemplo tener mayor presencia física. Las solicitudes suelen rechazarse. "Somos la autoridad encargada de la constitución de sociedades, por lo que si la aprobamos y algo sale mal, somos los responsables", sostiene. "Desde el punto de vista de la reputación, nadie se beneficia de que algo salga mal."

Según Roderick Balfour, fundador de Virtus, una sociedad fiduciaria con sede en Guernesey que abrió en Dakota del Sur en 2009, hay razones legítimas por las que se busca confiencialidad. Se dice que las personas tienen derecho a la privacidad, especialmente si la corrupción existente en sus países de origen implica que su información no estaría segura. Las preocupaciones son exageradas, sostiene: "Estados Unidos nunca va a ser una Panamá."

Francia y otros países adoptaron normas estrictas de información en relación con los fideicomisos. En muchos otros países, se sospecha que los fideicomisos se utilizan ilegalmente para evadir impuestos. Gabriel Zucman, un economista francés, estima que los gobiernos pierden, como mínimo, u$s 200.000 millones al año por evasión impositiva de los u$s 7.6 billones de la riqueza financiera mundial que se encuentra en centros offshore.

El respiro que brinda la nueva normativa en materia de información al trasladarse a Estados Unidos podría ser pasajero. El jueves la Casa Blanca pidió al Congreso que actúe sobre las propuestas "de larga data" para asegurar que Estados Unidos se adecúe a las normas internacionales. Este jueves, David Cameron, el primer ministro británico, será el anfitrión de una cumbre en la que se pide a los líderes mundiales que firmen una declaración mundial mediante la cual se comprometan a poner al descubierto las acciones de corrupción.

Podría implicar grandes riesgos que se utilice a Estados Unidos para ocultar dinero por razones ilegítimas. Wilson lo compara con "sentarse en la boca del dragón". Una firma de abogados que solía promover los beneficios de "ocultarse a plena vista" dice que sus clientes están convencidos de que Estados Unidos adoptará las normas internacionales y no desean que su imagen termine "manchada por asociación".

Lo atractivo de trasladar estructuras a Estados Unidos es que se gana tiempo, afirma Peter Cotorceanu, abogado de Anaford, un estudio de abogados de Zurich. Cualquier cambio en la legislación estadounidense dependerá de que los republicanos pierdan el control de la Cámara, agrega. Predice que cientos de miles de millones de dólares se trasladarán a Estados Unidos. "La mayor parte del dinero se trasladará este año", agrega, mientras señala que los individuos de Suiza, Hong Kong y Singapur tienen tiempo hasta fin de año para "sacarse de encima su dinero".

En Dakota del Sur, hay una reacción mixta al atractivo de la industria de los fideicomisos para los extranjeros. "En un mundo en el que se hace muy difícil ocultar la propiedad u ocultar activos, a veces, el lugar más fácil es [aquel] en el que nadie normalmente pensaría, que es Estados Unidos", afirma Christopher Holtby, cofundador de Wealth Advisors Trust Company, radicada en Pierre, la capital del estado.

Desde que abrió una oficina en Dakota del Sur en 2009, Holtby viene viendo señales de cambio. En 2014 Trident, una sociedad fiduciaria suiza, abrió una oficina en Sioux Falls, señala. "¿Por qué una firma internacional se establece en Dakota del Sur?," declara Holtby. "No me gusta que los abogados internacionales quieran venir a Dakota del Sur. En general, los abogados internacionales no aportan nada que sea simple.

"Y a nosotros nos gusta lo simple."

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