Obama debería cooptar argumentos de la oposición

La rebaja de la nota de la deuda de Estados Unidos por parte de Standard & Poors fue una vergüenza nacional, algo de lo que se inculpan entre sí los demócratas y republicanos. Pero queda claro que la responsabilidad recae mayormente en los republicanos, por haber vinculado las negociaciones sobre la reducción del déficit con el techo de la deuda. No se sabe aún dónde se depositará la culpa. Pero la acusación del partido republicano de que Barack Obama conduce una administración subprime muestra señales de adhesión.
Los votantes reconocen que la reducción del déficit en el largo plazo, tema que les preocupa en segundo lugar después del empleo, no estaría en la agenda de la administración si no fuera por los conservadores que ubicaron ahí.
La popularidad de Obama se viene erosionando junto con su autoridad. Para recuperar ambas cosas, y sumar probabilidades a su reelección en 2012, Obama debe admitir algunos errores y cooptar, más que repudiar, algunos de los argumentos de la oposición.
Los votantes estadounidenses quieren acciones enérgicas que reactiven la economía, pero se preguntan si el camino es subir el gasto federal. Las elecciones revocatorias en Wisconsin de esta semana sonaron a una advertencia a los progresistas. Los demócratas y sus aliados sindicalistas ganaron sólo dos de las seis bancas a las que apuntaban _contiendas que, de todos modos, los republicanos debían perder por otras razones_ y no lograron conseguir la mayoría del Senado. Los demócratas no están ganando esta pelea.
La intransigencia republicana en las próximas conversaciones sobre el déficit podrían cambiar eso, especialmente si Obama comienza a ofrecer compromiso por propia iniciativa. Necesita argumentos sólidos para los recortes de impuestos laborales y ampliar los beneficios para los desocupados.
El estímulo a corto plazo más la consolidación fiscal de largo plazo sigue siendo la fórmula correcta. Obama viene perdiendo el debate porque cedió ante sus oponentes en la segunda parte de la ecuación, y pidió a los votantes que crean que con los impuestos más altos para los ricos se equilibrarán los libros. No será así y los votantes lo saben. Obama debe ser más franco, y contar con una plataforma más acorde al gusto del centro electoral. Los progresistas que lo critican perderán las esperanzas. Hay que dejarlos. No son clave para su reelección.

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