A DIAS DEL BALLOTTAGE DICE ESTAR LISTO PARA CONDUCIR AL PA S

Mauricio Macri promete poner fin al aislamiento de la Argentina

En una entrevista con Financial Times dijo que es importante arreglar el problema de la deuda que está bloqueando el acceso del país a los mercados de capitales internacionales

Mauricio Macri promete poner fin al callejón sin salida en el que se encuentra la deuda argentina y levantar los controles de capital el mismo primer día como presidente, lo que es una posibilidad real después del sólido resultado electoral que obtuvo el domingo.
Los inversores celebraron el impresionante desempeño del alcalde de centroderecha de la Ciudad de Buenos Aires en la primera ronda de elecciones, impulsado por su promesa de abandonar políticas populistas que colocaron la economía del país al borde de la crisis.
"Este es un problema de confianza. Este gobierno destruyó la confianza entre los argentinos y el mundo", aseguró Macri en una entrevista con Financial Times, refiriéndose a los temores a que el fin de los controles de capital puedan provocar una corrida cambiaria. "Vamos a colocar a la Argentina nuevamente en un sendero de crecimiento y volveremos a introducirla en el mundo", agregó.
Los mercados subieron frente a la posibilidad de que haya un gobierno pro mercado de Macri después de que la primera ronda lo ubicó casi parejo con su rival Daniel Scioli, el sucesor ungido por la presidente Cristina Fernández de Kirchner.
El ganador del ballotage heredará una economía con un gran déficit fiscal, inflación cercana al 20% y considerada un paria internacional en los mercados de capitales globales tras el default de deuda de 2001.
Macri se refirió a la inflación como uno de los problemas más urgentes, prometiendo bajarla a una cifra de un dígito en "un par de años". "No podemos seguir con este nivel de inflación" aseguró. También prometió ser severo con los acreedores holdouts que exigen el pago total de u$s 1.300 millones de bonos defaulteados. Pero aseguró que es importante arreglar este problema de larga data que está bloqueando el acceso del país a los mercados de capitales internacionales. "Eso no significa que no defenderé los intereses de mi país, seré duro y severo en las negociaciones, pero no quiero tener un conflicto, especialmente cuando no hay necesidad de tenerlo", afirmó.
Macri recalcó la importancia de fortalecer el estado de derecho y garantizar un marco regulatorio que estimule la inversión, especialmente en infraestructura. También acusó al gobierno de Fernández de engañar en las estadísticas oficiales y prometió recuperar la credibilidad y la independencia de las instituciones, incluyendo a la agencia de estadísticas y el banco central.
Pero primero tiene que derrotar a Scioli en la segunda vuelta, lo que pondrá fin a 12 años de gobierno populista encabezado por Fernández y su difunto esposo Néstor Kirchner.
Scioli obtuvo más votos que M
acri, pero éste último asegura que los votantes de los otros cuatro candidatos incluyendo al peronista disidente Sergio Massa, que quedó tercero con 21% de los votos lo elegirán en el ballotage. "Quienes no votaron por el gobierno están buscando un cambio, por lo que nuestra responsabilidad ahora es ser claros con ellos y mostrarles que pueden confiar en nosotros, y que queremos las mismas cosas", aseguró Macri.
"Queremos sentarnos [con M
assa] y encontrar acuerdos en cuanto a las políticas, esa es la primera etapa. Queremos ir paso por paso", dijo Macri, que no descarta la posibilidad de ofrecer posiciones ministeriales a Massa a cambio de su apoyo.
Sin embargo, Macri admite que se sorprendió con su impresionante resultado en las elecciones del domingo.
"Estábamos seguros de que podíamos llegar a la segunda vuelta, pero los resultados fueron increíbles, increíbles", contó Macri. Muchos esperaban que los peronistas ganaran directamente en primera vuelta.
"El gobierno con mucho éxito difundió la idea de que ellos son invencibles, que su destino es gobernar este país para siempre. Pero de repente el domingo a la noche se dieron cuenta de que nosotros podíamos. Sí que podemos!", afirmó.
Después de ocho años al timón de "una de las ciudades más importantes del mundo", Macri ahora quiere seguir adelante. "Estamos muy orgullosos de lo que hicimos acá con un muy buen equipo. Logramos introducir Buenos Aires otra vez en el mundo justo en un momento en que Argentina está en conflicto con el resto del mundo", aseguró. "Ahora estamos listos para conducir el país".

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