SI SE DEMUESTRA QUE LOS SEPARTISTAS PRO-RUSOS DERRIBARON EL AVIÓN

Europa debe imponer sanciones financieras totales a Rusia

El euro y la libra son divisas importantes para compañías rusas y la City de Londres es donde los rusos ricos lavan dinero. Esto debe detenerse. No sirven los castigos simbólicos

Cuando ocurre una tragedia, nos preocupa por qué sucedió y cómo sucedió. Las consecuencias económicas deberían ser secundarias.
El ataque al vuelo de Malaysia Airlines MH17 es una catástrofe de una categoría diferente. Este horrendo crimen tiene el potencial de convertir un conflicto regional importante en una conmoción global de primer orden. Los legisladores se deberían de preparar para esto.
Las muy ridiculizadas sanciones de Occidente a Rusia han tenido ya un mayor efecto que lo que sugieren las cifras de los titulares. De repente los inversionistas foráneos vieron riesgos donde antes no los habían percibido. Los permisos regulatorios fueron detenidos como en el caso de la reciente aplicación de Gazprom para usar la capacidad adicional de una tubería de gas alemana. La incertidumbre afecta las valuaciones del mercado. Los efectos indirectos se imponen sobre los directos.
La anexión de Crimea por el presidente Vladimir Putin y la respuesta global a ella ha dejado a Rusia al borde de la recesión. No sabemos cuánto contribuyeron a la mediocre recuperación económica en la eurozona. La economía alemana en particular se debilitó justo cuando el conflicto escalaba. Esto probablemente no sea coincidencia.
Al principio de la semana pasada, Estados Unidos impuso el más severo paquete de sanciones a Moscú hasta la fecha. Dos bancos rusos, Rosneft, un productor de gas, otra compañía de petróleo y varios contratistas de equipo de defensa fueron eliminados de secciones importantes del mercado de capitales de EE.UU. En un sistema global basado en el dólar, las sanciones financieras son potentes. La ley de EE.UU. no se aplica directamente en terceros países. Pero cualquier compañía o país que obtiene financiación en dólares se sujeta indirectamente a la ley estadounidense porque parte de la cadena de transacción pasa a través de la estructura financiera de EE.UU. Así es como EE.UU. pudo ejercer presión sobre Argentina en una disputa legal acerca del incumplimiento del pago de su deuda soberana. El monopolio del dólar hace que las acciones financieras sean autoejecutables.
La UE todavía no ha llegado a este punto. El día en que EE.UU. aplicó sus últimas sanciones, el Consejo Europeo decidió cortar los préstamos del Banco Europeo de Inversiones a Rusia, un acto meramente simbólico. También estaba intentando que el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo dejara de prestar a Moscú, lo cual hubiera sido más significativo. Por sus propios estándares, la UE ha hecho ya mucho. Y aún antes de la tragedia aérea del jueves, estaba lista para hacer más.
Los estados miembros de la
UE tienen diferentes intereses. Alemania e Italia, por ejemplo, tienen relaciones fuertes y lazos comerciales con Rusia. Nadie quiere contribuir a un escalamiento de la crisis, pero creo que el sentido de solidaridad con Holanda será muy fuerte. Aparte del gran número de víctimas holandesas, malayas, australianas e indonesias, hubo también bajas del Reino Unido, Alemania y Bélgica. Eso puede unificar aún más la posición europea.
Si se confirma que el MH17 fue derribado aun por accidente por separatistas pro-rusos, la UE tendrá que endurecer su respuesta. Debería imponer sanciones financieras totales. El euro y la libra esterlina son divisas importantes de financiamiento para compañías rusas. La City of London es un mercado financiero a través del cual los rusos ricos lavan su dinero. Eso debería ser detenido inmediatamente.
Además de un embargo financiero, la UE debería considerar también una prohibición en las importaciones energéticas, claramente el sector industrial más vulnerable. La UE debe implementar una estrategia de seguridad energética como medida de emergencia para poderse independizar del abasto ruso.
Si Putin ha armado en secreto a los rebeldes ucranianos que terminaron asesinando ciudadanos europeos, sería difícil regresar a la rutina normal de negocios por un largo tiempo.
Por supuesto hay explicaciones alternas de lo que puede haber pasado con el avión. Ninguna es reconfortante ni política y económicamente benigna.
El impacto global económico de todo esto es difícil de predecir. Pero por lo que hemos visto hasta ahora, no deberíamos excluir que estamos tratando con una conmoción económica global de primer orden.
Europa ha aprendido las lecciones de 1914. No estamos caminando como sonámbulos hacia otra gran guerra continental. Pero Europa no ha aprendido la lección de 1998 cuando el inicio de la crisis asiática convirtió a una recesión en la hoja de balance japonés en una depresión permanente.

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