El temor de inversores: que los jóvenes se aburran de Facebook
Se culpa a los adolescentes de que la valuación bursátiles de Facebook haya retrocedido en u$s 16.000 millones el miércoles. Un alza poscierre bursátil se revirtió rápidamente ese día después de que la compañía admitiera que estaba perdiendo popularidad entre los preadolescentes.
Ni bien el anuncio de ganancias muy superiores a lo estimado despejó cualquier duda sobre la capacidad de la compañía de generar utilidades en su negocio de publicidad en móviles, los inversores empezaron a temer a que la red social esté aburriendo a los consumidores del futuro.
A algunos les preocupa que los adolescentes se estén pasando a alternativas como Twitter, Snapchat o al propio Instagram de Facebook, que ofrecen nuevas maneras de comunicarse, siempre lejos de los ojos de sus atentos padres.
David Ebersman, director financiero de Facebook, contó que se redujo la cantidad de adolescentes más jóvenes que usan el sitio, y que el número total de usuarios teens no había crecido del segundo trimestre al tercero.
Hasta entonces, las acciones de Facebook habían subido 16% durante las operaciones poscierre del miércoles. Pese a sus intentos por tranquilizar a los analistas de que los datos no eran confiables porque los adolescentes tienden a mentir su edad online, las acciones inmediatamente se derrumbaron hasta el nivel al que habían cerrado antes del anuncio de ganancias.
El mercado adolescente es importante porque a menudo son los primeros en adoptar las novedades, comentó Jules Maltz, inversor de Institutional Venture Partners. Son un gran indicador de hacia donde se está moviendo Internet.
Maltz, cuya firma invirtió en Snapchat, sostiene que ésta es sólo una de varias empresas nuevas de mensajería que aprovechan el interés de la gente por la comunicación instantánea que no deja huella para la posteridad. Las fotos y videos enviadas por medio de Snapchat desaparecen 10 segundos después de mirarlas.
Están quienes ponen en duda la importancia de la audiencia de adolescentes para los grandes anunciantes. Las marcas tradicionalmente le otorgan más valor al grupo etario de entre 18 y 49 años; y si Facebook se mantiene vigente allí, seguirá vendiendo publicidad.
La pregunta acá es si los adultos jóvenes empezaron a aburrirse del sitio. Si perdieran a los adolescentes y a usuarios de entre 20 y 30 años, sí sería preocupante.