El fin de la Edad de Hierro

Un exceso de oferta y el apetito menguante de China han provocado un colapso de los precios del mineral de hierro, que arroja dudas sobre las estrategias de las mineras y amenaza con sacudir la industria

El hierro es uno de los elementos más abundantes del planeta, pero extraerlo de manera eficiente puede ser una tarea desalentadora. Serpenteando por las bajas y verdes colinas del sur de Brasil hay un ducto de 530 kilómetros, el eslabón decisivo del proyecto angloamericano Minas-Rio de 8.200 millones de dólares que consiste en la extracción de mineral de hierro en el interior de Brasil y el envío a un nuevo puerto en el Atlántico. Muy por encima de su presupuesto original de u$s 3.600 millones y dos años más tarde, Minas-Rio está finalmente encaminada a realizar el primer despacho de mineral.
Durante años, proyectos mineros grandes como estos han formado la columna vertebral de la expansión económica mundial. Siendo el producto básico más importante del mundo después del petróleo crudo, el mineral de hierro fue devorado por las acerías chinas, emergiendo como materia prima para una racha de crecimiento liderada por la infraestructura.
Pero Minas-Rio está a punto de efectuar su primer despacho de mineral en un mundo mucho menos acogedor. El precio del mineral de hierro cayó más de 40% este año, revelando el peor desempeño entre los metales y los productos a granel en 2014. Partiendo de un precio promedio de u$s 135 por tonelada el año pasado, el contrato de referencia de mineral de hierro cayó la semana pasada a menos de u$s 80 por primera vez desde la crisis financiera mundial.
"El mercado de mineral de hierro está en medio de una transición sin precedentes en la historia reciente de los productos básicos", afirman desde el banco australiano Macquarie.
Detrás del cambio radica un gran aumento de las exportaciones de mineral de hierro... y no sólo los 26,5 millones de toneladas que traerá Minas-Rio al mercado cuando esté plenamente operativa en 2016. Vale, Rio Tinto y BHP Billiton, las tres productoras dominantes a nivel mundial, elevaron colectivamente su producción desde menos de 700 millones de toneladas hace tres años a más de 800 millones de toneladas, y tienen previsto impulsar la oferta hasta sobrepasar los 1.000 millones de toneladas en pocos años. Fortescue, el cuarto productor más grande, pasó de 41 a 124 millones de toneladas en el mismo período y planea extraer 155 millones de toneladas este año. Hancock Prospecting espera que su mina Roy Hill en Australia, que produce 55 millones de toneladas por año, empiece a cargar mineral el año que viene.
Marcos Cutifani, presidente ejecutivo de Anglo American, sostiene que a las mineras se les ha "quemado el pastel de la oferta" en el auge de los productos básicos... y el mineral de hierro es el ejemplo más elocuente.
El tsunami de la oferta no es el único factor que pesa sobre los precios. Las preocupaciones sobre una desaceleración en la demanda de China, el mayor productor de acero y el mayor consumidor de mineral de hierro del mundo, también se han afianzado. "Teniendo en cuenta que las dos terceras partes del mineral de hierro que se comercializa termina en China, la demanda china de mineral y la producción nacional de China son factores decisivos en el precio mundial", afirma CRU, una consultora de Londres.
La desaceleración del sector inmobiliario de China, donde el auge de la construcción ha cargado a muchas zonas con exceso de oferta y caída de precios, llevó al debilitamiento de la demanda de acero. A diferencia de la gran venta masiva de mineral de hierro de 2012, cuando el estímulo del gobierno ayudó al rebote de los precios, es poco probable que Beijing modifique radicalmente su política en esta ocasión.
"Si la oferta era la que conducía la debilidad del mineral de hierro en el primer semestre del año, ahora el problema radica en la demanda", declara Colin Hamilton, jefe de investigación de materias primas de Macquarie.
Un reciente informe de Goldman Sachs advirtió de la posibilidad de una larga tendencia de caída de los precios. Sostiene que 2014 fue "un punto de inflexión donde la nueva capacidad de producción, finalmente, se pone al día con el crecimiento de la demanda, y los márgenes de ganancias comienzan su reversión a la media histórica es el fin de la Edad de Hierro".
Teniendo en cuenta que el mineral de hierro representa entre el 50% y el 90% de las ganancias de las tres mineras más grandes del mundo, un colapso de precios sería alarmante para los accionistas que reclaman mejores rendimientos del sector en crisis. BHP no se presentó en una recompra de acciones prevista en agosto, aludiendo al deterioro de las perspectivas para los precios de los commodities.
Para los productores emergentes más pequeños, los problemas son existenciales y está en juego una reestructuración, con cambios en materia de propiedad. En frica occidental, algunos de los países más pobres del mundo han depositado parcialmente sus esperanzas de crecimiento en el mineral de hierro. Pero en Sierra Leona y Liberia, las mineras más pequeñas, incluyendo African Minerals y London Mining, se pelean por dinero en efectivo para evitar el colapso. Las acciones de London Mining que cotizan en el Reino Unido cayeron más de 60% después de que la minera dijera que necesitaba más fondos y que estaba conversando con un inversionista sobre una inyección de capital.
El hecho de que las mineras hayan contribuido bastante a reducir los precios al impulsar la oferta es, para algunos, un perfecto ejemplo de la capacidad cíclica de la industria para aspirar a las estrellas sólo para terminar estrellándose. Ivan Glasenberg, presidente ejecutivo de Glencore, la mayor minera sin minas de mineral de hierro, afirma: "El crecimiento del mineral de hierro es bueno, pero hay que mirar la oferta. El mineral de hierro se encuentra bajo presión porque todo el mundo incentiva el crecimiento".
Evy Hambro, responsable del equipo de recursos naturales y de inversión de BlackRock, sostiene: "Las grandes [mineras] han mostrado una mayor disciplina de capital, pero precisan seguir en este camino. El mercado del mineral de hierro ya está en superávit, por lo que las mineras tienen que decidir si es prudente gastar más dinero agregando toneladas adicionales o no".
Los productores más grandes sostienen que están actuando con lógica. A medida que ejecutan grandes operaciones, los productores de más bajo costo presuponen que pueden soportar precios más bajos, mientras los rivales quedan excluidos del mercado.
Sam Walsh, director ejecutivo de Rio, insiste en que esto está funcionando. Walsh afirma que ya se retiraron del mercado 85 millones de toneladas de mineral de hierro dado que ya no era competitivo, y que se prevé que 125 millones de toneladas se retiren a fin de año. "No hay dudas de que está ocurriendo un ajuste Todo se trata de un juego de oferta y demanda", afirma. Y agrega que el mercado cuenta con mineras que se encuentran atrapadas en el dilema del prisionero. Ninguna empresa puede abstenerse de producir: otras llenarán el vacío y el precio seguirá ajustándose aún más. Las rivales recibirían un tiro libre.
Hay quienes afirman, en términos muy simplistas: "Si se retiraran 100 millones de toneladas, ¿no estaríamos todos mejor?", sostiene Walsh. "La respuesta es no. Parte de esa capacidad va a retornar en forma directa... de otros".
Rio, el productor de más bajo costo, "debe ser el último en reducir capacidad".
Las acciones de las mineras también pueden ser vistas como un intento de correr a los competidores. Al trío de empresas que dominaban el mercado (Rio, BHP y Vale) se han sumado nuevos productores: Fortescue producirá este año la mitad que Vale, habiendo partido de cero en 2008.
Nev Poder, presidente ejecutivo de Fortescue, afirma que su compañía ayudó a recuperar "el precio del mineral de hierro de picos insostenibles a precios más competitivos y sostenibles a largo plazo".
Un ejecutivo de un proyecto de mineral de hierro de frica dice que las principales mineras "abrieron la puerta a Fortescue... lo último que queren hacer es abrir la puerta a los productores del oeste de frica. Así que ellos están aumentando el tonelaje. Quieren eliminar a los otros productores y dar a todos el susto de sus vidas para que nadie construya otra mina de mineral de hierro".
Pero hasta el momento la oferta no ha salido del mercado, como indica la lógica económica. Los recortes han provenido de productores no convencionales de países como Irán, Indonesia y México, así como de minas privadas de alto costo de la propia China. Sin embargo, otras partes de la industria minera y siderúrgica china están controladas por grandes empresas siderúrgicas de propiedad estatal donde el empleo, no los beneficios, son la prioridad.
"La respuesta de los productores de alto costo ha sido mucho más lenta de lo que sin duda yo y la mayoría de la industria supuso", sostiene Power. "Pero, inevitablemente, eso tiene que suceder por lo que el precio del mineral de hierro será bajo durante el tiempo necesario para que la oferta salga del mercado. Eso es una realidad económica".
Tampoco parece que la demanda vaya a volver pronto a los niveles boyantes de la última década. El vicepresidente de la Asociación Siderúrgica de China dijo en una conferencia la semana pasada que el consumo aparente de acero crudo de China -es decir, excluyendo las exportaciones netas- había caído un 1,9% a 61,9 millones de toneladas en agosto... el primer descenso en 14 años.
Hamilton dice que las acerías chinas están recortando la producción en gran medida porque la demanda es débil y no pueden vender más a un mercado de exportación saturado. "En ese contexto, van a querer tener menos mineral de hierro, especialmente si los precios del acero están cayendo más rápido que los precios del mineral de hierro actualmente", agrega. El precio de los futuros de la barra de refuerzo, un producto de acero utilizado en la construcción, llegó a un mínimo histórico.
Los bajos precios del mineral de hierro fueron el "nuevo status quo", el presidente de Baoshan Iron & Steel, el segundo mayor productor de acero de China, declaró en la conferencia.
Tim Murray de J Capital Research afirma que en China está en marcha una corrección del mercado inmobiliario, con nuevas aperturas en construcción negativas durante cinco meses consecutivos. "Vamos a ver una reducción del 20% de la demanda de acero de la construcción en los próximos 12 meses."
Más allá de los problemas de la demanda a corto plazo hay una preocupación más amplia por el pico que alcanzará el apetito de China por el acero -y por lo tanto de mineral de hierro, a pesar de que CRU, una consultora, estima que el "acero pico" no se producirá durante al menos otros cinco años, dado que el país sigue experimentando un crecimiento absoluto de la actividad constructora.
Las mineras identifican perspectivas de crecimiento a largo plazo en otras regiones, como India o frica. Pero si bien es posible que, en última instancia, sigan la trayectoria de China, quizá no lo hagan con semejante vigor.
Las mineras de mineral de hierro grandes no son presas del pánico todavía. Según los analistas de UBS, Rio y BHP pueden llegar a un punto de equilibrio mediante el despacho de mineral desde Australia a China al módico precio de u$s 45 y u$s 50, respectivamente. "Incluso a u$s 80, el mineral de hierro es realmente un buen negocio", afirma Chris LaFemina, analista de Jefferies.
Pero si las mineras erraron en su apreciación y los precios del mineral de hierro caen más abajo, la sacudida podría perjudicar a los accionistas. Liberum, una firma del Reino Unido, entiende que, dados los precios actuales del mineral de hierro, ni Río ni BHP pueden ofrecer los retornos de capital prometidos el año que viene mientras sigan aferradas a sus objetivos de deuda neta, aunque otros analistas confían más en que las mineras puedan seguir adelante con sus planes.
En Anglo American, no se habla de la segunda fase de Minas-Rio, tal como se anticipara, sino de la satisfacción de que los demás productos de la minera, desde diamantes a cobre, ofrezcan cierta protección frente a la batalla librada con el mineral de hierro. "Tengo otros nueve productos que tienen un pronóstico diferente", declara Cutifani. "Vamos a esperar a que el mercado del mineral de hierro vuelva a un equilibrio razonable".

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