Por qué nunca hay que invertir en acciones de bancos, según el 'Warren Buffett inglés'

Los bancos pueden hundirse por las acciones de sus pares.

Tras haber pasado la primera década de mi carrera trabajando en un banco y haberme convertido después en un analista bancario de primera categoría, a menudo la gente se sorprende de que nunca invierta en acciones de bancos.

Pero creo que es precisamente porque entiendo a los bancos, que nunca invierto en sus acciones. Los recientes acontecimientos en torno a la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y de Credit Suisse refuerzan esta postura. ¿Por qué?

En primer lugar, nunca invierto en nada que requiera apalancamiento para obtener un rendimiento adecuado. Los bancos tienen una cantidad muy pequeña de fondos propios para respaldar su balance. Por ejemplo, el grupo NatWest tiene 5 libras de fondos propios para financiar 100 libras de activos -tiene un apalancamiento de 20 veces. Si el 10% de las 52 libras de préstamos por cada 100 libras de activos resultan ser malos, entonces todo el capital de los accionistas está más que aniquilado.

Los bancos pierden casi u$s 500.000 millones en la caída de los mercados

Francamente, mucho antes de que eso ocurra, es probable que los depositantes detecten el problema y entren en pánico y provoquen una corrida bancaria, como vimos con Silicon Valley Bank. Estas circunstancias tampoco son inimaginables. El escritor Nassim Nicholas Taleb, en su libro 'El cisne negro', señala que en la crisis de la deuda latinoamericana de 1982 los grandes bancos estadounidenses perdieron todos sus beneficios acumulados en el pasado.

Por el contrario, la empresa promedio del S&P 500 (que incluye a los bancos, lo que distorsiona las cifras) tiene u$s 26.000 millones de activos y u$s 8500 millones de capital, es decir, está multiplicada por tres. La caída del valor de sus activos no es su principal riesgo, pero su valor tendría que disminuir en más de dos tercios para afectar al valor de sus acciones.

Además, a pesar de este enorme apalancamiento y del riesgo que lo acompaña, los rendimientos del sector bancario son insuficientes. La rentabilidad promedio de los fondos propios [return on equity o ROE, por sus siglas en inglés] del sector bancario del S&P en los últimos cinco años es de sólo el 10,9%. Esta cifra contrasta con el ROE del sector de bienes de consumo básico del S&P, que en el mismo periodo fue del 17,9%. 

No es de extrañar que estos magros rendimientos se traduzcan en un bajo rendimiento de los precios de las acciones. La rentabilidad total del sector bancario del S&P en los últimos cinco años fue del -15,1% anual, mientras que el sector de bienes de consumo básico tuvo una rentabilidad anual del +12,1%. Demasiado para la teoría de que hay que asumir más riesgos para obtener mayores rendimientos.

Por último, seguramente debe haber algunos buenos bancos para invertir que sean mejores que el promedio. Esto me lleva a otro problema: el riesgo sistémico. Incluso si el banco en el que se invierte está bien gestionado, puede verse dañado o destruido por un pánico general en el sector.

Hay una anécdota que lo ilustra. A principios de la década de 1980 surgieron dudas sobre el futuro de Hong Kong, ante la inminente entrega del control a China, y pronto se produjo una crisis en el sector inmobiliario, que constituía la garantía de gran parte de los préstamos bancarios.

La crisis bancaria expone el enorme problema del carry trade

En medio de todo esto, había un banco local que tenía un toldo abierto sobre su ventana delantera para que no le diera el sol. Estaba junto a una parada de autobús y, al caer un fuerte chaparrón, la cola del autobús se desplazó para refugiarse bajo el toldo. En aquel ambiente febril, los transeúntes pensaron que era el comienzo de una corrida bancaria y, como consecuencia, rápidamente se produjo una.

Así son los bancos. Los bancos pueden hundirse por las acciones de sus pares. Fíjese en lo que les ocurrió a algunos bancos regionales estadounidenses tras el desastre del Silicon Valley Bank. Lord Mervyn King, exgobernador del Banco de Inglaterra, decía que no tenía sentido empezar una retirada masiva de fondos de un banco, pero que una vez iniciada debíamos unirnos a ella.

Esta es la razón por la que siempre he evitado las acciones bancarias, pero en los últimos años ha surgido otra: las fintechs. ¿Cuáles son las funciones esenciales de un banco? Aceptar depósitos, conceder préstamos y efectuar pagos. Todas estas funciones esenciales están siendo suplantadas por las llamadas fintechs. Los préstamos bancarios están siendo sustituidos por plataformas de préstamos entre particulares y fondos de crédito. No necesitas un banco para pagos o depósitos. Puedes enviar tu sueldo directamente a tu cuenta Mastercard o Visa, que son mucho mejores en el procesamiento de pagos, para los que también puedes utilizar tu celular.

Los bancos están diseñados para quebrar... y lo hacen

La tecnología está suplantando a la banca tradicional. Y no sólo eso, sino que los bancos suelen verse perjudicados por viejos sistemas heredados que no son un problema para los nuevos operadores y, al menos hasta hace poco, las nuevas fintechs disfrutaban de un suministro aparentemente interminable de financiación con poca o ninguna obligación de mostrar beneficios.

Como dijo Paul Volcker, el infame expresidente de la Reserva Federal, la única innovación importante del sector bancario en los 20 años anteriores a la crisis financiera mundial fue el cajero automático, y ya ni siquiera lo necesitamos.

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