Uruguay y Brasil presionan a Argentina con integración total

Mujica se aseguró la apertura del mercado brasileño para productos uruguayos. Firmaron un acuerdo bilateral, que apunta a una circulación 100% libre de personas, mercaderías y servicios entre ambos países. Esperan que luego se sume la Argentina

Que los empresarios se muevan, que el viento sopla a favor. Con esa frase, el presidente José Mujica sintetizó el acuerdo político alcanzado el jueves con su par Dilma Rousseff para que Uruguay y Brasil vayan hacia una integración total en igualdad de condiciones.
El acuerdo es bilateral y, por tanto, no incluye a Argentina, que se espera se sume más adelante. El presidente José Mujica dijo que el lunes, martes o miércoles puede haber novedades de Argentina y capaz que empalma con la ingeniería acordada con Rousseff.
Con el Mercosur congelado, los caminos que quedaban eran dos: dar un paso atrás o animarse a profundizarlo. Esa segunda opción fue la que respaldaron los presidentes que decidieron formar una comisión de expertos para que en un plazo breve de entre seis meses y un año, según supo El Observador se adecuen las normativas para que la circulación de personas, mercaderías y servicios sea 100% libre. Planteamos adecuarlo (al Mercosur) para que la circulación sea algo cotidiano como estaba propuesto cuando se firmó el Tratado de Asunción, dijo el presidente a su llegada a Montevideo. Ahora se estudiará renglón a renglón y se revisarán los aranceles del bloque, acotó.
En la base militar, al lado del aeropuerto de Carrasco, Mujica aseguró que la actitud política de Brasil será de puertas abiertas a los productos uruguayos. Pero el presidente quiere que las empresas nacionales participen de la demanda de ese gran mercado de 200 millones de personas con valor agregado y calidad, lo que permitirá crear empleos y pagar mejores salarios. Así se abre la puerta para que vengan inversiones importantes y traigan tecnología al tener un mercado seguro, sino no vienen. Hay que dar estos pasos por una razón de escala, dijo Mujica.
Una vocera oficial comentó que el gran aprecio que Rousseff le tiene a Mujica quedó también en evidencia cuando la mandataria decidió que la reunión fuera en el Palacio de la Alborada, al que por primera vez invitó a un mandatario extranjero. Generalmente las reuniones en Brasilia se hacen en Planalto, la sede del Ejecutivo.
Los presidentes establecieron que debe haber un caso exitoso de complementariedad para mostrar al mundo. El sector elegido fue el naval, dijo Mujica a los medios.
Un integrante de la delegación precisó que en esa área Brasil está muy desarrollado y Uruguay no, pero de todos modos se cuenta con los elementos para fabricar partes acá e integrarlas a esa industria. Así se dará la señal del camino que se debe seguir en materia de integración. Otra fuente sostuvo que Brasil, como potencia mundial, también tiene el interés político de marcar que dejó atrás su visión imperial y busca que la alianza con un país pequeño como Uruguay sea un caso paradigmático de complementación.
Además del sector naval, las otras áreas donde se trabajará serán el sector energético, donde ayer se firmaron acuerdos; en ciencia y tecnología, y en investigación y biotecnología.
La estrategia definida por los presidentes comenzó a tomar forma semanas atrás. El gobierno uruguayo interpretó que Brasil había enviado una fuerte señal cuando hace dos semanas una delegación enviada por Rousseff llegó a Montevideo para reunirse con funcionarios del Ejecutivo. Los visitantes solo preguntaron en qué áreas industriales o de servicios Uruguay tiene interés en integrarse con Brasil, dijo una fuente de Industria. A partir de allí el diálogo fue fluido y se superaron problemas comerciales que afectaban a algunos productos.

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