Una revolución contra la burocracia

Las islas de digitalización emergen como un nuevo espacio en cada vez más firmas, parte de una silenciosa lucha por la despapelización.

Los usos y costumbres están cambiando en las compañías de seguros, o, al menos, en aquellas que intentan reducir la burocracia característica del sector. La tradicional convocatoria de nos vemos en la fotocopiadora pasó a decirse nos encontramos en la isla. No se trata de un viaje al Caribe ni al Delta del Tigre, sino en un innovador espacio que han incorporado casi una decena de empresas de seguros locales: la isla de digitalización.
El nuevo espacio es parte de una tendencia llamada, en el extranjero, paperless, que, en otras palabras, significa la despapelización de procesos y la digitalización de la información.
El objetivo es terminar con el papelerío y la burocracia interna de las empresas, que en el sector Seguros, es mucha y genera pérdida de tiempo, de rentabilidad y favorece el fraude en siniestros, dice a Seguros Miguel Agustín, director de Cardinal Systems, una empresa especializada en el tema, con foco en el sector.
Las islas, formada por escáneres inteligentes, de gran velocidad y fácil utilización, permiten vincular la información estructurada de aquella que no lo es. La estructurada es la que responde a un sistema de datos. La no estructurada es la que llega a través de diferentes formatos (mails, cartas y formularios, entre otros). El de-safío es unir ambos mundos, porque la información no estructurada es la que alguien termina cargando en los sistemas estructurados, afirma.
Zurich, SMG, Nacion Seguros ya tienen islas en sus sedes centrales y otras firmas, como Federación Patronal, aseguran haber logrado importantes mejoras internas a través de la digitalización. El proceso, en rigor, comienza con la digitalización.. El segundo paso es introducir inteligencia a la imagen, es decir, sumarle datos sobre qué tipo de documento es. Luego, un software, que actúa como director de orquesta distribuye la imagen para que pueda ser fácilmente identificable por los sistemas centrales de la compañía, explica Agustín. El anteúltimo paso, añade, es aquel en los que la imagen puede ser fácilmente ubicada y utilizada por los empleados de la firma, mientras que el último es hacer disponible la información para un tercero, ya sea el mismo cliente o un productor de seguros de cualquier parte del mundo.
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