Góndolas con Inteligencia Artificial

En diálogo con El Cronista, Lorena Zicker, gerente General de Intel Argentina, analiza cómo el buen uso de los datos abre un nuevo universo para el sector.

En la última feria de la National Retail Federation (NRF), la Inteligencia Artificial (IA) y el big data fueron dos de los temas más convocantes de un evento al que asistieron, en Nueva York, más de 36.000 personas de 99 países. Intel fue una de las protagonistas entre las 700 compañías presentes, con servicios como Kimetric y Responsive Retail Platform, que permiten analizar en tiempo real el comportamiento de los consumidores y sus vínculos con las tiendas. Lorena Zicker, su gerenta General en la Argentina, explica a El Cronista por qué y cómo la empresa incursiona en el universo de los datos, al margen de su mercado conocido, los microprocesadores.

"Ya no somos una empresa de chips, somos una de datos", dice. "Los datos se han convertido en el nuevo petróleo, que hay que refinar. Hoy, vivimos en la era de los datos. Todos generamos datos, pero ya el dato no es valioso por sí solo. Lo valioso es lo que yo hago con ese dato. Todos hoy tenemos un pozo petrolero. El que mejor lo refine y lo entienda va a ser el más disruptivo y probablemente exitoso", añade.

Para la industria del Retail, la IA es una de las formas de dar sentido a la información, después de medirlas. Al respecto, la ejecutiva menciona Kimetric, que mide las interacciones y el perfil del cliente, la edad, el estado de ánimo, a qué distancia se encuentra del producto, si el consumidor lo levantó o no, qué producto fue el escogido y cuánto queda de stock de cada producto, entre otras informaciones. En definitiva, se trata de "obtener información valiosa y sacar provecho de ella empleando tecnología de avanzada". En la práctica, luego de recabar la información, se envían las métricas a la marca, para, entre otros usos, poder personalizar al máximo las publicidades.

La IA permite además utilizar los datos en tiempo real. En la última feria de la NRF, se mostraron decenas de empresas que ya la utilizan. Por ejemplo, Lolli & Pops, una cadena de ventas de dulces gourmet. En algunas tiendas, la tecnología permite reconocer a los clientes más fieles en el instante en el que ingresan. Cuando se acercan al mostrador, los vendedores ofrecen una experiencia personalizada, conociendo nombre, gustos y preferencias, según el día, la hora y hasta el estado de ánimo de los clientes.

Para Zicker, "como toda transformación, al principio, el consumidor presenta sus miedos, dudas e incertidumbres respecto a la implementación de nuevas tecnologías". Sin embargo, dice, utilizados de una manera eficiente, los datos "proporcionan a los clientes más control y a los retailers más información".

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