Pollo asado: la receta de la abuela para que quede delicioso, jugoso y bien dorado
Descubre el secreto familiar para preparar un pollo irresistible que deleitará a todos en la mesa.
El pollo asado es un clásico en muchas cocinas, pero lograr que quede jugoso por dentro y dorado por fuera puede ser todo un desafío. Las abuelas, con su sabiduría culinaria, han perfeccionado técnicas que garantizan un resultado exquisito. A continuación, compartimos una receta tradicional que combina sencillez y sabor, ideal para sorprender en cualquier ocasión.
Ingredientes y preparación inicial del pollo
Para esta receta, necesitarás:
- Un pollo entero de tamaño mediano-grande
- Sal y pimienta negra molida al gusto
- Un limón jugoso
- Especias secas como romero, tomillo, hierbas provenzales o albahaca
- Hierbas frescas (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Mantequilla
- Papas y otras verduras al gusto para acompañar
Preparación del pollo: lava bien el pollo y sécalo con papel absorbente. Salpimienta generosamente tanto el interior como el exterior. Corta el limón en dos y colócalo dentro de la cavidad del pollo junto con algunas hierbas frescas, si las tienes. Esto aportará aroma y sabor durante la cocción.
Mezcla de especias y mantequilla: en un bol, mezcla la mantequilla a temperatura ambiente con las especias secas seleccionadas. Esta mezcla se untará bajo la piel del pollo, lo que ayudará a mantener la carne jugosa y a darle un sabor profundo.
Técnica de cocción para un dorado perfecto
El secreto para obtener un pollo bien dorado y jugoso reside en la técnica de cocción:
Precalentamiento: precalienta el horno a 220°C.
Preparación para el horneado: coloca el pollo en una bandeja para horno. Unta la mezcla de mantequilla y especias bajo la piel del pollo, especialmente en la pechuga y los muslos. Esto no solo aportará sabor, sino que también ayudará a que la piel quede crujiente y dorada. Rocía el exterior del pollo con aceite de oliva y masajea para que se impregne bien.
Horneado: introduce el pollo en el horno y cocina durante 20 minutos a 220°C. Luego, reduce la temperatura a 180°C y continúa cocinando durante aproximadamente 1 hora y 20 minutos, o hasta que el pollo esté bien cocido. Una regla general es cocinar 30 minutos por cada 500 gramos de pollo. Durante la cocción, es recomendable rociar el pollo con sus propios jugos cada 20-30 minutos para mantener la humedad y potenciar el dorado.
Acompañamientos y presentación
Para completar este plato tradicional, las abuelas suelen acompañar el pollo con papas y verduras asadas:
Preparación de las guarniciones: corta las papas y las verduras de tu elección (zanahorias, cebollas, pimientos) en trozos medianos. Colócalos alrededor del pollo en la bandeja o en una bandeja aparte. Rocía con aceite de oliva, salpimienta y añade algunas hierbas al gusto.
Cocción de las guarniciones: introduce las guarniciones en el horno durante los últimos 45 minutos de cocción del pollo. De esta manera, absorberán los jugos y aromas, complementando perfectamente el plato principal.
Reposo y servicio: una vez que el pollo esté listo, sácalo del horno y déjalo reposar durante unos 10-15 minutos antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan, asegurando una carne más tierna y jugosa. Sirve el pollo acompañado de las papas y verduras asadas, y disfruta de un plato que evoca las mejores tradiciones culinarias familiares.
Siguiendo estos pasos, lograrás un pollo asado que combina una piel crujiente y dorada con una carne jugosa y llena de sabor, tal como lo hacían nuestras abuelas. Este método tradicional resalta la simplicidad y la calidad de los ingredientes, ofreciendo un resultado que deleitará a todos en la mesa.