Alerta alimentaria

Sanidad ordenó la retirada inmediata de esta reconocida marca de caldos y sopas de los supermercados

Sanidad ha ordenado retirar una serie de productos deshidratados por un error que puede suponer un peligro para la salud de los ciudadanos.

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En una época donde las personas le dedican cada vez menos tiempo a la cocina, las recetas rápidas y los preparados que se encuentran en los supermercados son una opción ideal para solucionar comidas y cenas de manera apresurada.

Un ejemplo de estos productos son las cremas, sopas y caldos que se pueden encontrar en pastillas, deshidratadas o en formato líquido. En este aspecto, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) el pasado 22 de marzo avisó sobre una alerta en sopas y caldos deshidratados a la venta en muchos supermercados españoles.

La advertencia urgente fue emitida tras detectar un fallo en el etiquetado de sopas y caldos elaborados por la marca Calnort. La alerta también afecta a productos de la marca Alipende, Covirán, Consemur y Eroski. El motivo es claro: contienen apio, pero este ingrediente no aparece especificado en la lista de alérgenos.

AESAN emitió una alerta alimenticia para caldos y sopas (fuente: archivo)

Sanidad ordena la retirada de estos caldos y sopas de los supermercados

Que no figure el apio dentro de los ingredientes constitutivos puede parecer un simple error, pero en realidad supone un grave riesgo para las personas con alergia a esa verdura. Ante este riesgo, la AESAN ha activado el protocolo de retirada de los lotes afectados de todos los supermercados en donde se distribuyen los productos.

Esta alerta no implica ningún peligro para los consumidores que no sean alérgicos al apio. Sin embargo, las autoridades han pedido colaboración ciudadana para que se devuelvan los productos si ya han sido comprados. El objetivo es prevenir cualquier daño y cuidar la integridad física de los consumidores.

La rapidez con la que se actuó y el hecho de que la empresa detectara el problema en sus propios controles es un buen indicio para los mecanismos de seguridad alimentaria y podría ser el elemento clave en la prevención de futuros errores de etiquetado.

La alerta emitida por sanidad debido a un error de etiquetado de esta reconocida marca de caldos y sopas (fuente: archivo)

Las recomendaciones de Sanidad frente a los caldos y sopas retirados de los supermercados

La alerta se ha centrado en caldos y sopas deshidratadas que se distribuyen bajo distintas marcas con fuerte presencia en los supermercados de España. Entre los productos afectados por la alerta figuran los siguientes: caldos de pollo y caldos vegetales; comercializados en pastillas; y en el caso de Eroski, sopa con fideos.

Todos estos productos comparten un mismo problema, pero cada uno tiene un lote concreto y una fecha de caducidad específica que puede ser rastreada a partir de la información proporcionada por la AESAN. La lista con las marcas y productos afectados es la siguiente:

Marca Alipende

  • Caldo de pollo de 24 pastillas: lote 250652 y caducidad 04/09/2027.
  • Caldo vegetal de 12 pastillas: lote 250642 y caducidad 04/09/2027.

Marca Consemur

  • Caldo de pollo de 12 pastillas: lote 250646 y caducidad 04/09/2027.

Marca Covirán

  • Caldo de pollo de 24 pastillas: lotes 250573 y 250502 con caducidad 28/08/2027 y 21/08/2027.
  • Caldo vegetal de 24 pastillas: lote 250505 con caducidad 21/08/2027.

Marca Eroski

  • Sopa de pollo con fideos: lotes 250310 y 250424 con caducidad 14/08/2027 y 19/08/2027.

Sumado a la advertencia emitida por la AESAN, la marca Calnort publicó su propio comunicado en donde aclaró los productos afectados y las claves para evitar cualquier riesgo alimenticio.

¿Por qué sanidad ordenó la retirada inmediata de caldos y sopas de los supermercados?

La notificación de la alerta sanitaria fue emitida a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), un mecanismo que permite a las comunidades autónomas alertar a todo el país cuando se detecta un problema relacionado con la seguridad alimentaria.

En este caso, la incidencia fue detectada por las autoridades de Castilla y León, tras comprobar que en varios productos no se indicaba la presencia de apio. Esta verdura es considerada como un alérgeno de declaración obligatoria según la legislación vigente.

El incidente no se trató de una contaminación accidental, sino de un fallo de etiquetado que podría afectar a las personas alérgicas. El apio forma parte de las recetas de estos caldos y, dado que las personas alérgicas pueden sufrir reacciones graves al ingerirlo, es obligatorio que esté especificado en el envase.

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