Estos son los tres mariscos que debes evitar: disparan el colesterol malo y podrían afectar tu salud cardiovascular
Aunque estos productos del mar son valorados por su riqueza nutricional, algunos de ellos destacan por su elevado aporte de colesterol dietético.
Los mariscos son un clásico imprescindible en la mesa navideña, no solo por su sabor y versatilidad, sino también por su riqueza nutricional, pues aportan proteínas magras de alta calidad, ácidos grasos omega-3, minerales como zinc y yodo, y vitaminas del grupo B.
Sin embargo, algunos, como las gambas, los langostinos y el calamar, contienen un elevado colesterol dietético, lo que requiere moderación, especialmente en personas con hipercolesterolemia o problemas cardiovasculares.
Estos aportan aproximadamente entre 150 y 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos, lo que representa una porción significativa de la ingesta diaria recomendada.
Los 3 mariscos que debes evitar: disparan el colesterol malo y podrían afectar tu salud cardiovascular
Aunque estos crustáceos tienen un alto contenido de esta sustancia, su perfil en grasas saturadas es relativamente bajo. Tanto los cefalópodos como el calamar y el pulpo son ricos en colesterol, con cifras que rondan entre los 200 y los 260 miligramos por cada 100 gramos.
A pesar de su contenido en colesterol dietético, los mariscos destacan por ser bajos en grasas totales, especialmente en grasas saturadas, lo que podría ayudar a mitigar su efecto sobre los niveles de colesterol LDL.
Las mejores opciones de mariscos
Por otro lado, los moluscos bivalvos, tales como las almejas, los mejillones y las ostras presentan un contenido de colesterol significativamente menor, que ronda entre los 50 y 80 miligramos por cada 100 gramos.
Además, son una excelente fuente de minerales esenciales como el zinc, el selenio y el hierro, los cuales desempeñan papeles cruciales en la función inmune, la reparación celular y la prevención del estrés oxidativo, que también influye en la salud cardiovascular.
En general, los mariscos son una fuente significativa de omega-3, lo que los posiciona como aliados en la prevención de enfermedades cardiovasculares, siempre que se consuman con moderación y como parte de una dieta balanceada.
El papel de los óxidos de colesterol en la salud cardiovascular no debe subestimarse. Estas moléculas, que se forman durante el almacenamiento y la cocción de alimentos ricos en colesterol, han demostrado ser proinflamatorias y aterogénicas, contribuyendo a la formación de placas en las arterias.