Emprendedores: una 'Mejor Postura' con certificación de calidad de los que saben

Cuando nació su primera nieta, Irene Tomadoni vio la oportunidad y con solo $ 6 mil creó lo que es hoy un ícono en almohadones para lactancia. Por Andrea Rivas

En el mismo momento en que su primera nieta se gestaba en la panza de su nuera, Irene Tomadoni creaba su propia firma de almohadones para lactancia. A su nieta la bautizaron Franca y a su emprendimiento ‘Mejor Postura’.

“La idea surgió por casualidad, mi nuera Mariana estaba embarazada y vino una amiga de Alemania con un almohadón hecho con microperlas de poliestireno expandido (EPS). El almohadón le llamó mucho la atención, resultó muy cómodo y no había nada parecido en el país”, rememora.

Fue entonces que junto con su nuera, licenciada en marketing , armaron un plan de negocios, juntaron $ 6 mil para poder empezar e importaron el material necesario para comenzar la producción.

El primer almohadón lo probaron en familia. La pequeña Franca hizo los honores, y como se dice cuando nace un niño, la pequeña vino con un “pan bajo el brazo” y también con muchos almohadones para vender, ya que en la propia clínica dónde nació las enfermeras de la nursery quedaron fascinadas con el producto.

Irene recuerda que fue el Sanatorio de la Trinidad el primero en hacer un pedido de 15 almohadones, utilizados por el servicio de neonatología y puericultura para ayudar a las madres a amamantar.

Al poco tiempo, el boca a boca se transformó en el mayor aliado de esta emprendedora. En diálogo con Cronista.com, cuenta que cada madre que aprendía en la clínica a dar de amamantar a su hijo con estos almohadones quería uno para llevarse a su casa. Fue así que cada vez más clínicas los sumaron como material de uso diario y los productos se fueron posicionando en las tiendas de regalo de las mayores nurserys del país.

"Las mamás conocían el almohadón en la clínica, les resultaba tan práctico que al irse lo compraban en la tienda de la misma clínica", rememora.

El crecimiento de la firma tuvo dos claves: "Una fue la convicción por generar productos de altísima calidad. Tanto los almohadones, como el resto de los productos, emplean los mejores materiales en su producción. Son ergonómicos, hipoalergénicos, no tóxicos, térmicos, aislantes, lavables e ignífugos. Y se diseñan pensando una y mil veces tanto en las necesidades funcionales como en la salud de sus usuarios”, afirma Irene y precisa que otro punto clave fue “prestar especial atención a las sugerencias de cada uno de los profesionales que los emplean, mejorando los productos de manera continua”.

Así la firma buscó aliados de prestigio. La marca logró el aval de Fundacion de Lactancia y Maternidad (Fundalam), el Sanatorio Trinidad, Otamendi, el Hospital Austral, la maternidad Suizo Argentina, el Cemic y la Maternidad Sardá, entre otros.

“Esto fue una especie de certificación. Le dio al comprador, la mamá, la confianza sobre el producto”, subrayó.

Un camino con piedras y perlas

Hoy la firma 'Mejor Postura' tiene un nombre y un prestigio que no llegó de la nada ni se hizo solo. Irene recuerda que los comienzos fueron tiempos de prueba y error. Fue utilizar tergopol para suplantar las microperlas y darse cuenta que el producto no era el mismo, que era necesario exportar esa materia prima desde Alemania.

“Tuvimos que ver como bajar costos, encontrar los materiales correctos, conectarnos con gente que nos explicará como importarlos. Queríamos que fuera igual a ese almohadón alemán original. Esa era la prueba de fuego y después ver como comercializarlo”, cuenta.

Hoy a ese aval que le dio el escuchar a los que sabían hace que la marca esté presente en las charlas y reuniones sobre lactancia de las principales clínicas en el país y que puericultoras lo recomienden para los primeros contactos entre mamás y bebés.

La línea se fue ampliando y sumaron almohadones de postura cervical, de viaje, medialunas y demás productos posturales para bebés y grandes. Por ahora prefieren vender en la Argentina, sin exportar, pero si cubriendo todo el país.

Irene reconoce que hoy una empresa no funciona como hace 10 o 15 años. "Hay otras herramientas y que hay que adoptarlas, como es el caso de la web, Facebook y Twitter que permite interactuar con los clientes", señala.

Lo que nació como una empresa muy ligada a la familia lo sigue siendo. A su nuera Mariana, se suma su hija Gabriela y los nietos, que ya son tres con Gala y Marco, son los modelos y primeros en probar los productos.

La traba a las importaciones puso a esta emprendedora en alerta, pero tras un bache que se produjo entre diciembre y enero el ingreso de microperlas desde Alemania parece volver a la normalidad.

Irene no se detiene. Ahora busca que otras mujeres se sumen a su proyecto como revendedoras por catálogo. “Las mujeres no nos aburrimos nunca. Siempre buscamos cosas”, se rie.

Hoy Franca tiene 8 años de vida al igual que 'Mejor Postura' y ya no es un emprendimiento más, es una firma con nombre propio y prestigio.

Temas relacionados
Noticias de tu interés