Trump y el riesgo de inestabilidad global

Trump asume la presidencia tras la transición más conflictiva que registra la historia estadounidense. La cooperación y la existencia de núcleos básicos de consenso han caracterizado estas transiciones, aunque hayan sido de oficialismo a oposición. Esto es lo que no ha sucedido ahora. El Presidente electo (Trump) ha profundizado sus diferencias expuestas en la campaña y el Presidente saliente (Obama) ha ratificado sus propias posturas hasta el último día y tratado de imponer que su legado pueda trascenderlo.

La oposición en el Congreso, dominado por los republicanos en ambas cámaras, no ha dado señales de limitar el poder del Presidente. Así lo mostraron las comparecencias ante el Senado del nuevo Secretario de Estado (Tillerson), de quien será el jefe del Pentágono (Mattis) y el elegido para la CIA (Pompeo). Quienes especulan con algún cuestionamiento, lo esperan para el titular de Justicia (Sessions), acusado de haber tenido en el pasado posiciones racistas. La oposición ha comenzado a organizarse en el ámbito cultural y social y se manifiesta en marchas y protestas en las grandes ciudades Trump no ganó en ninguna ciudad con más de un millón de habitantes pero sin proyectarse al sistema político por ahora.

La confrontación con China, anticipada por Trump en la campaña, ha comenzado antes de asumir y el Presidente Xi responde con firmeza. Las declaraciones del nuevo Secretario de Estado (Tilllerson) realizadas el 11 de enero ante el Senado, diciendo que EE.UU. impedirá el acceso de China a las islas artificiales que ha construido en su Mar del Sur, señalando que su presencia en dicha región es igual que la ocupación de Crimea por Rusia y acusando a Beijing de no ser firme frente al desarrollo nuclear de Corea del Norte, crearon una tensión sin precedentes en la relación bilateral en medio siglo. La respuesta china fue clara y contundente. El canciller chino Wan Yi dijo: "China no permitirá que nadie embrolle el mar de China Meridional y siembre el caos en Asia".

Mientras Trump confirma que buscará un entendimiento con Rusia, Obama dispuso el primer despliegue de tropas de combate estadounidense en un país de la ex zona soviética cuando el mismo día una brigada de combate de 3500 hombres de los EE.UU. entraba en Polonia para emplazarse frente a Rusia. El vocero del Kremlin sostuvo que su país iba a responder frente a una acción que afectaba sus intereses y su seguridad y dijo que era "inadmisible" que tropas ajenas a Europa se desplazarán por su territorio poniendo en riesgo su estabilidad.

Simultáneamente, las relaciones de Trump con Europa llegan también a un punto máximo de tensión. El 16 de enero Trump dijo que la OTAN es "obsoleta" y que "los países no están pagando lo que deben" a la organización. El mismo día el Reino Unido ratificó que optaría por el Brexit "duro" y el presidente electo de los EE.UU. sostuvo: "Creo que otros se irán de la UE y mantenerlos unidos no será tan fácil como la gente piensa". Sobre Merkel afirmó que "cometió un error catastrófico al recibir un número ilimitado de refugiados que nadie sabe de donde vienen". Hollande respondió con dureza diciendo que Europa "no necesita consejos" y que actuará de acuerdo a "sus intereses y valores". La jefa del gobierno alemán respondió con prudencia, evitando escalar el conflicto.

En conclusión: Trump ganó la primaria republicana y la elección presidencial después, con la personalidad agresiva que caracterizó su éxito como empresario y ahora se apresta a hacer lo mismo en su gestión de gobierno, con los riesgos que ello implica.

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