EL SINDICALISMO ANTI-K REVISA SU OFENSIVA CONTRA EL GOBIERNO

Tras polémica por estallido que vaticinó Barrionuevo, gremios opositores descartan paro

Moyano y el gastronómico se reúnen mañana para definir la continuidad del plan de acción del sector. Evalúan convocar a una marcha para octubre próximo

Las polémicas declaraciones en las que Luis Barrionuevo vaticinó un estallido social para diciembre próximo, pronóstico que terminó potenciando la reacción del Gobierno y su denuncia sobre supuestos intentos por desestabilizar la gestión de Cristina Fernández, no llegó en el mejor momento para los planes del sindicalismo opositor de profundizar su ofensiva contra la Casa Rosada. Hugo Moyano y el propio Barrionuevo, los líderes del bloque gremial anti-K, se reunirán mañana para definir los próximos pasos en su estrategia de confrontación contra el Ejecutivo y es casi un hecho que quedará descartada por el momento la alternativa de avanzar con un nuevo paro nacional de 48 horas para el próximo mes. No hay margen para otro paro, no están dadas las condiciones, indicó a este diario un referente del moyanismo respecto al futuro de la embestida del sector contra la administración kirchnerista.

Si bien cerca del líder de la CGT Azopardo aseguraron que la idea de no apurar una nueva huelga ya estaba prácticamente definida ante el retroceso en el nivel de adhesiones que cosechó el paro del 28 de agosto, admitieron que con la polémica abierta tras los dichos de Barrionuevo no hay mucho espacio para una nueva medida. En su lógica, convocar a un nuevo paro solo serviría para fortalecer el discurso oficial sobre un supuesto intento de fogonear estallidos en el último mes del año y ubicaría en segundo plano los reclamos de los trabajadores por la baja de Ganancias y medidas contra la inflación y la inseguridad. Es una jugada demasiado peligrosa, razonó otro de los dirigentes de peso que integra el entramado sindical opositor. El gremialista, incluso, reconoció las dificultades para garantizar un respaldo contundente de gremios clave a una eventual nueva huelga general.

No obstante, tanto en la central moyanista como en la CGT Azul y Blanca, que lidera el gastronómico, señalaron que alguna acción el sector pondrá en marcha para evidenciar el malestar de los trabajadores por la falta de respuesta del Gobierno a sus reclamos. En esa línea, durante el encuentro previsto para mañana, del que participarán referentes de todos los sectores gremiales que avalaron el último paro a excepción de la CTA disidente de Pablo Micheli, se evaluará la conveniencia de convocar a una movilización para mediados de octubre.
Algo hay que hacer, una marcha es una posibilidad, apuntó otro gremialista, aunque sostuvo que no hay unanimidad sobre si la movilización tendría como destino final la Plaza de Mayo, para renovar las demandas pendientes y reclamar la reapertura de las paritarias ante la aceleración de la inflación.

El propio Sindicato de Camioneros ya anticipó que exigirá a la cámara que agrupa al transporte de cargas (Fadeeac), un aumento salarial adicional para compensar los descuentos por Ganancias y la suba de precios.

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