Sin estrategia, UNEN no logra ir más allá de los gestos de unidad
El intento desesperado por retomar la escena política logró reunir ayer a los principales referentes del Frente Amplio UNEN (FAU), a un mes de la pelea pública entre Elisa Carrió y Fernando Pino Solanas que sumió al espacio en una grave crisis.
La necesidad quizá también los impiadosos números de las encuestas acomodó las agendas y los cinco presidenciables del FAU, junto con el resto de los referentes de los distintos partidos, se volvieron a mostrar juntos en un acto para reclamar al Gobierno nacional políticas destinadas a enfrentar la inseguridad y la inflación.
Así, Julio Cobos, Ernesto Sanz, Hermes Binner, Solanas y Carrió ofrecieron una conferencia de prensa en un hotel de la zona de Congreso y solicitaron al Gobierno que convoque al Acuerdo de Seguridad Democrática y al Consejo Económico y Social.
Pero sólo fue eso. Gestos y señales de unidad, que no parecen ir más allá de la foto circunstancial. Además de los cortocircuitos permanentes por las diferencias ideológicas, los egos abultados y la falta de un líder o candidato bien posicionado que logre encolumnar al resto, el principal problema del espacio de centroizquierda pareciera ser hoy su falta de vocación de poder.
Queda expuesta diariamente en su facilidad para enredarse en las internas de pago chico como si a la dirigencia le bastara sólo con mantener la banca o no perder en su terruño y su incapacidad de generar una estrategia para tomar la iniciativa.
Si hay algo que el kirchnerismo aún logra hacer con pericia tras diez años de desgaste en el poder es imponer la agenda diaria y generar novedades políticas. Y siempre logra acorralar a la oposición.
La discusión sobre una eventual alianza con Mauricio Macri desde el primer minuto del lanzamiento del frente, el pasado 22 de abril, no los llevó más que al desgaste interno.
Los encuestadores coinciden en que el electorado está reclamando un cambio para 2015 pero no comparte la lógica peronismo-antiperonismo que plantea Carrió para justificar un acuerdo con el PRO. Y no reclama la unidad de toda la oposición a cualquier costo para enfrentar al kirchnerismo porque el Gobierno está en retirada, sin candidato de su riñón, y el oficialismo, fragmentado.
Quizá por eso,y en un intento de mostrar unidad, ayer salieron a acusar al PRO de ser funcional al Gobierno al presentar un candidato propio en la elección del Consejo de la Magistratura del interior. Pero nada más.