Nos conformamos con llegar a una inflación de un dígito en cuatro años

El cerebro económico del socialismo afirmó que la macroeconomía está plagada de desequilibrios por la exacerbación del gasto y la demanda. Planea una reforma tributaria y una política monetaria con metas de inflación, pero no ortodoxa

ngel Sciara es el ministro de Economía de Santa Fe y se convertirá en el titular del Palacio de Hacienda si Hermes Binner gana las elecciones presidenciales. En una entrevista con El Cronista, el referente económico del Frente Amplio Progresista (FAP) consideró que la macroeconomía está plagada de desequilibrios, que la inflación de dos dígitos no es sostenible y que hay que reorientar el gasto para crecer con verdadera redistribución del ingreso.
¿Qué experiencias de gestión cree que puede replicar a nivel nacional?
Tenemos antecedentes en el caso de la coparticipación de impuestos y en las transferencias automáticas o discrecionales y podríamos trabajarlas si es que, como creemos, se requiere una reforma tributaria y sobre todo fiscal en el país.
¿Por qué fiscal?
Porque creemos que hay que analizar gastos y recursos. En materia de política económica, hay que pensar en el mediano plazo en crecimiento y una verdadera distribución del ingreso. Ahí tenemos que hacer un hincapié fundamental: en lograr un crecimiento sostenido y sustentable y un ingreso que apunte a la igualdad de oportunidades. Para eso debemos tener en el corto plazo una macro tremendamente consistente. Y no creo que la vayamos a heredar.
¿Qué cree que heredarían en caso de ser gobierno?
Vamos a heredar una macro plagada de desequilibrios por lo que uno podría llamar el modelo electoral populista, que arranca en 2005. Entre 2002 y 2005 tenemos un ejemplo de lo que podría ser el modelo productivista competitivo: el famoso tipo de cambio real alto. Pero después hay un desbarranque, una exacerbación de ciertas políticas a destiempo, porque la incentivación de la demanda agregada vía gasto público es buena en situaciones de crisis, pero no es buena en la bonanza. Sin embargo, siguen con una política expansiva en lo monetario y en lo fiscal, lo que termina horadando el tipo de cambio. El tipo de cambio nominal se desliza al 15% y los precios crecen al 25%. Este es el desafío de cualquier gobierno que venga y del mismo oficialismo si sigue. No es sostenible seguir con una inflación superior al 20%.
¿Cómo actuarían ante esta situación?
Planteamos una nueva situación macro, que tiene que ver con un tipo de cambio administrado que considere objetivos de inflación, no en el sentido de las metas de inflación ortodoxas. Y reglas fiscales que hay que cumplir acabadamente porque son el soporte y la protección de una política de defensa del tipo de cambio real. También una política monetaria que se dedique a mantener los equilibrios entre la oferta y la demanda de dinero, de forma tal de contener la inflación.
¿Cómo piensa la reforma tributaria?
Creo que la reforma tributaria es la secuencia de un análisis del gasto. hay que empezar a pensar en la sostenibilidad fiscal. El régimen tributario debe ser lo menos pro cíclico posible y no puede perder de vista la competitividad del sector productivo. Hay que preguntarse si tiene sentido gravar cin 21% de IVA a los alimentos, si seguimos manejando la eximición del impuesto a las ganancias para el sector financiero y otros, qué hacemos con las retenciones...
¿Qué haría con las retenciones?
Las retenciones tienen que subsistir, porque es la manera de compensar el aumento de la renta que reciben aquellos que se benefician por el tipo de cambio real alto. Y también porque si comienzan a utilizarse para financiar el gasto público, vinieron para quedarse. Es casi utópico pensar que se pueda reemplazar esa cantidad de dinero con nuevos tributos. Además, tienen que ver con la equiparación de los precios domésticos con los internacionales. Quizás no deban subsistir en los términos de hoy, pero tampoco en los de la resolución 125.
¿Cree que son acordes retenciones del 35% a la soja?
No sé. Como todo en este proceso, hay que analizarlo paso por paso. Hoy, con estos precios internacionales, el sector agropecuario puede pagarlas sin perder rentabilidad. Mañana, con otros precios, no sé.
¿Contempla un impuesto a la renta financiera?
A mí no me disgustaría. Creo que no habría razones de importancia macroeconómica para no gravar ciertas rentas financieras, así como se permite el libre acceso de los capitales golondrina que se aprovechan del tipo de cambio anclado.
¿Qué hará para combatir la inflación?
Primero, hay que reconocer que la tasa de inflación es de entre 20% y 25%. Hoy, quizás dos tercios del problema son expectativas. El otro tercio tiene que ver con la exacerbación de la demanda agregada. Algunos puntos juegan a favor y otros en contra. Si desde 2006 en adelante el gasto público creció al 10% del PBI, hay que bajar ese ritmo de crecimiento y al mismo tiempo, reacomodarlo. Para eso hay que eliminar subsidios y para eso, aumentar tarifas. Y eso impacta en la inflación, que se quiere bajar. Hay que pautar el movimiento de cada variable y establecer un plazo para hacerlo. Nos conformamos con llegar en los próximos cuatro años a una inflación de un dígito.

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