Lear reabrió sus puertas: con los delegados adentro, fuertemente custodiada y sin los 60 despedidos

Los representantes gremiales, que fueron readmitidos por la empresa por orden judicial, denunciaron que no pudieron tomar tareas y se les impidió estar con sus compañeros. Mañana, el Smata buscará destituirlos con otra asamblea. La anterior fue anulada por la Justicia.

La empresa autopartista Lear ubicada en la localidad bonaerense de General Pacheco, que estuvo inactiva más de veinte días por conflictos gremiales, retomó hoy su producción con denuncias cruzadas entre el sector patronal y los representantes gremiales de los trabajadores. 

 Los cuatro delegados de la comisión interna pudieron ingresar al predio de la fábrica, cuyas inmediaciones amanecieron fuertemente custodiadas por personal policial, pero denunciaron que a través de la Guardia de Infantería se les imposibilitó retornar a sus puestos de trabajo y tomar contacto con sus compañeros. 
   
Al respecto, el director de Lear, Antonio Marín, dijo a Radio Rivadavia que a los representantes sindicales se les estaba ‘haciendo un chequeo médico‘ requerido por la ART de la empresa. 
   
Desde la comisión interna, Edgardo Moyano rechazó la versión de la patronal y dijo que ‘el único motivo por el que se mantiene separado a los delegados a escasas horas de una asamblea, es evitar que entren en contacto con los trabajadores‘. 
   
La asamblea convocada por el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) para mañana al mediodía podría derivar en el apartamiento de los delegados de base, quienes ya impugnaron por vía judicial y administrativa la celebración de ese acto. 
   
Mientras que Marín dijo que la empresa ‘no se mete en la elección de los delegados‘ y el SMATA que realizará ‘la asamblea que fuera solicitada a través de un petitorio firmado por los trabajadores de Lear‘, la comisión interna ya la denuncia como ‘fraudulenta‘. 
   
Desde la empresa se afirma que se han realizado ‘denuncias penales‘ contra los delegados por agredir a los trabajadores ‘que quieren trabajar‘ y la representación sindical afirma que la presencia de la Infantería busca amedrentar para que no haya libertad a la hora de votar en la asamblea de mañana. 
   
El conflicto en la autopartista se inició el 28 de mayo último, cuando la firma suspendió a 330 empleados. Los delegados denunciaron que la empresa no tenía motivos válidos para hacerlo, ya que Ford, la automotriz a la que le provee autopartes, no había bajado sus requerimientos. Advirtieron que la empresa estaba importante los cables de sus plantas ubicadas en otros países para sustituir producción naciona. En cambio, el director de Lear, Antonio Marin, quien rompió su silencio por primera vez anoche en El CronistaTV, dijo que era Ford la que había decidido importar cables de otras Lear, ya que ellos no podían sacar la producción por los piquetes.

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