La consolidación de CFK en el poder y las elecciones de octubre

Sergio Berenzstein,  Artemio López y Graciela Römer hablan sobre el presente y futuro de la Presidenta.

La opinión de tres especialistas consultados por Clarin respecto al presente y futuro de la Presidenta Cristina Kirchner:

¿Es posible que el Gobierno recupere la clase media?
Por Graciela Römer CONSULTORA GRACIELA RÖMER Y ASOCIADOS

El Gobierno llega a las elecciones de octubre y especialmente a su obligado paso intermedio, las PASO de agosto, en una situación difícil. Lejos quedó aquel 54% que le permitió niveles enormes de legitimidad para tomar decisiones poco felices pero sin embargo aceptadas por la oposición tanto en materia económica, fiscal y aún políticas.

Hoy se enfrenta con una situación económica y fiscal en dificultades, una opinión publica que sigue clamando por acciones que pongan límite a la violencia delicuencial, controle la inflación y dé señales de políticas que reactiven la generación de empleo.

A pesar de sostener un núcleo duro de adherentes de alrededor del 30-35%, un sector importante de clase media que contribuyó significativamente a alimentar ese 54% de octubre de 2011, hoy expresa niveles importantes de críticas. Este es un sector vital sin el cual parece difícil obtener una masa crítica de votos que permita no solo obtener una mayoría relativa sino alcanzar objetivos como la reforma constitucional tan ansiada por sectores más duros del cristinismo.

Se suma al clima preelectoral existente, el impacto que las denuncias sobre corrupción (sin respuestas explícitas por parte del oficialismo) tienen en el electorado de clase media y, no menos significativo de considerar, la posibilidad que ese eje –la corrupción– se convierta en un factor clave para coagular a una oposición fragmentada y poco creativa a la luz de la opinión pública.
 

Estabilidad política sin calidad democrática
Por Sergio Berensztein POLIARQU A CONSULTORES

Hay dos lecturas que se pueden hacer de los diez años del gobierno kirchnerista. Si comparamos los diez años del kirchnerismo con los de Carlos Menem o con los de Perón o, antes, con los de la continuidad radical que comenzó en 1916, Cristina llega con bastante poder y bastante legitimidad.

Ha hecho una acumulación notable de recursos en la figura de la Presidenta, que es lo que explica esta continuidad.

Ahora, si uno se pregunta si esto es un sistema democrático con participación ciudadana y partidos políticos fuertes y un sistema con capacidad para resolver los problemas de la gente, es decir, un sistema que esté al cuidado de la salud, del medio ambiente o de la educación, el país tiene un déficit espectacular.

La consolidación del poder de Cristina es posible por sus atributos autoritarios. Estamos ante una experiencia de estabilidad política bastante rara. La continuidad no se explica por la estabilidad de las instituciones. Esta década ha dado estabilidad política, no calidad democrática. Es una experiencia muy frustrante.
 

Una popularidad sin variaciones
Por Artemio López CONSULTORA EQUIS

Habiendo transitado un año de fuerte impacto de la crisis internacional en la región, que desaceleró el ritmo de crecimiento del país, la Argentina mantuvo sin embargo los niveles de consumo y empleo sin cambios significativos, por lo que su popularidad centrada en la figura de la Presidenta no registra variaciones respecto a octubre de 2011.

Aún más, desde el inicio de la crisis con la caída de Lehman Brothers, en el año 2008, el desempleo bajó de 8,8 al 7,9 por ciento, mostrando la fortaleza para defender el empleo local a diferencia de lo que sucedió en la década neoliberal, cuando con la crisis del Tequila el desempleo pasó, en solo un año, del 10,7% al 18,4%, entre 1994 y 1995.


 

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