La conciencia de Jaime y el silencio de Cristina

No tengo cargo de conciencia por la tragedia de Once. La frase parece una broma de pésimo gusto pero no lo es. Fue la respuesta fría y dura de Ricardo Jaime a una pregunta del periodista Luis Novaresio por radio La Red. El ex secretario de Transporte y primer procesado del kirchnerismo por su enriquecimiento personal lo dijo sin inmutarse. Es que ya nadie puede sorprenderse por la insensibilidad y la falta de respeto del ex funcionario hacia las 51 víctimas de una tragedia que pudo haberse evitado si personas como él hubieran hecho bien su trabajo.


Jaime pronunció su ofensa gratuita un rato antes de que la Presidenta anunciara la renovación parcial del Ferrocarril San Martín. En cadena nacional, con militancia rentada que celebraba el primer y modesto avance ferroviario en 11 años, y con música de fondo pero sin un sólo momento de recuerdo para los muertos de aquel 22 de febrero tétrico de 2012.


Una palabra de condena por parte de Cristina para el irrespetuoso Jaime hubiera aliviado el dolor de las familias y los amigos que hoy enfrentan la repetición de la tragedia durante el juicio oral. El Estado ausente es también esta indiferencia que duele más que los huesos rotos entre tantos hierros retorcidos.

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