Empresarios anticipan una profundización del modelo con Boudou, pero preocupa la mayor tensión con Moyano

Necesito a alguien a mi lado que no les tenga miedo a las corporaciones ni a los preconceptos, dijo el sábado por la tarde la presidenta Cristina Fernández al anunciar que su compañero de fórmula en las elecciones de octubre sería el ministro de Economía, Amado Boudou. La frase pasó de largo en el mundo empresario, que se detuvo en el sensible recorte de poder a la CGT de Hugo Moyano que significó el armado de las listas de legisladores por el Frente para la Victoria.
Los hombres de negocios celebraron fuera de micrófono los pocos espacios de poder que la Presidenta le dio a la CGT. Interpretaron que el gesto cristalizó las tensiones crecientes entre Moyano y Cristina Fernández manifestadas en los últimos meses. Pero también manifestaron preocupación por las consecuencias que puede provocar el descontento del mandamás de la central obrera en las próximas negociaciones paritarias y en los conflictos laborales.
El estricto control presidencial sobre las listas de legisladores nacionales determinó que la CGT obtuviera solo un candidatos en los primeros puestos de la lista de diputados por la provincia de Buenos Aires. Facundo, el hijo menor de Moyano, en el undécimo lugar. En el resto del país se dio una situación similar. El titular del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, desistió de ser candidato en Santa Fe, por caso.
La decisión de la Presidenta es muy acertada. Le puso coto al poder de Moyano, celebró un miembro de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), entidad que denunció ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) abusos sindicales hace dos semanas.
Otro empresario consideró que el armado de las listas está dentro de las pujas de poder. El hombre de negocios consideró: No lo veo como señal política, pero a Moyano se le fue la mano.
Un hombre del mundo de las finanzas consideró que el desplazamiento de Moyano traerá graves dolores de cabeza que se verán reflejados en las negociaciones paritarias. La van a correr con la inflación, con ajustes salariales permanentes que desbanden el índice de precios, afirmó. Creo que esto no le pone agua fría a la carrera entre precios y salarios; más bien, le echa más kerosene, insistió.

La designación de Amado Boudou como candidato a vicepresidente por el oficialismo no fue interpretado en el mundo empresario como un gesto hacia la CGT, a pesar de que el ministro de Economía era el hombre elegido por Moyano como candidato a jefe de Gobierno Porteño.
Los hombres de negocios valoraron la postulación de Boudou como compañero de fórmula, en contraposición con Juan Manuel Abal Medina, el secretario de Medios que sonaba como otro firme candidato a vicepresidente. Es más conocido, coincidieron.
Los consultados valoraron a Boudou por haber llevado adelante el segundo canje de deuda en default hace un año, pero también recordaron que llevó adelante la estatización de las AFJP y que niega el avance de la inflación.
El presidente de la UIA, José De Mendiguren, valoró el sábado que Boudou es un hombre de diálogo y ponderó que da respuesta a todo y enfrenta las cosas.
En esa sintonía, el vicepresidente tercero de la entidad, Juan Carlos Sacco sostuvo que la designación de Boudou es muy interesante y gustó mucho. No por casualidad, los dos principales candidatos a presidente han elegido a economistas como compañeros de fórmula, afirmó, en referencia al binomio Ricardo Alfonsín -Javier González Fraga. Boudou trabajó muy bien el tema de los fondos buitre y terminó con el default. Antes de finalizar su mandato, negociará con el Club de París, agregó.
Carlos De la Vega, el presidente de la Cámara de Comercio (CAC), consideró que la fórmula se concretó con un leal acompañante de la señora Presidenta e insistió en ese concepto: Lealtad.
Otros hombres de negocios, no obstante, no consideraron la designación de Boudou como un gesto positivo hacia el mercado. Fue quien llevó adelante la estatización de las AFJP, afirmó un operador de Bolsa, que no cree que la fórmula sea un guiño a los inversores.
El segundo tramo de la conversión de deuda siguió los cánones del primero (de 2005) y fue exitoso, pero la negociación con el Club de París, no. Debería haberse cerrado hace dos años. Quizás logre un preacuerdo antes de octubre, elucubró el financista.