El día después de su renuncia, Moreno se rodeó de empresarios
Por la mañana, recibió a los referentes de los laboratorios. Luego a los marroquineros. También a la CGE, la CGERA y militantes del Mercado Central. Se mostró tranquilo
Se levantó temprano como todos los días, fue a la Secretaría de Comercio y se internó en su despacho. No salió ni para asistir al acto de asunción de los nuevos ministros en Casa de Gobierno. Se quedó trabajando con una agenda cargada de encuentros con empresarios, que desfilaron constantemente por el edificio ubicado en Diagonal Sur a la par de militantes y funcionarios. Así fue la jornada de Guillermo Moreno el día después de su renuncia.
Comenzó el día con un encuentro con los representantes de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) en el marco de la mesa de competitividad del sector. El todavía funcionario deja el cargo el 2 de diciembre para viajar a Italia como agregado comercial se comportó como si fuese una reunión más de trabajo, aunque sobre el final les comunicó que le dejará el legado del trabajo realizado a su sucesor. No habló de nombres en ese momento, aunque a otros empresarios que recibió durante el transcurso de la tarde les confirmó que su puesto será ocupado por Augusto Costa y que la número dos será Paula Español, ambos del riñón del flamante ministro de Economía, Axel Kicillof (ver pág. 4).
Más tarde, Moreno recibió a los representantes de la Cámara Industrial de las Manufacturas de Cuero y Afines (CIMA), que preside Raúl Zylberstein. El empresario, de fuerte vínculo con Moreno, llegó acompañado por otros referentes del sector con el objetivo de saludarlo por su inminente salida del Gobierno, pero también plantearle la problemática que está atravesando la industria marroquinera por la falta de cuero. "Teníamos la reunión agendada y no fue cancelada, así que fuimos y le planteamos que no tenemos cuero para producir porque lo están exportando todo", señaló el industrial. Moreno fue enfático: hay que cerrar la exportación de cuero. Pero ya en retirada, sólo fue una expresión de deseo que deberá ser canalizada a través de su sucesor.
Estaba tranquilo. Le dijo a varios empresarios que no sale corriendo, que no lo echan y que se va por una necesidad política. "Si vamos a tener un ministro de Economía, yo no puedo estar porque lo estaría condicionando. Y yo no puedo ser ministro, sería un escándalo", le confesó Moreno a algunos industriales. Hasta se dio el lujo de amenazar telefónicamente a una empresa que había aumentado los precios que se iría del Gobierno aplicándole la Ley de Abastecimiento, si no daba de baja la nueva lista.
Por su oficina, desfilaron militantes de su agrupación en el Mercado Central algunos salieron de su despacho llorando; el legislador Juan Cabandié; la dirigente social cercana al Gobierno Milagro Sala; la subsecretaría de Defensa al Consumidor, Pimpi Colombo; el presidente de la Confederación General Empresaria (CGE), Ider Peretti; y el titular de la CGERA, Marcelo Fernández, entre otros. A la salida del acto en Gobierno, Colombo admitió que son un equipo y que todos presentaron la renuncia.
En sus encuentros con los empresarios amigos, Moreno les pidió que ayuden a Costa a conocer a los sectores y que continúen trabajando por la unidad empresaria en la CGE. También les pidió que se defiendan de lo que viene y que como es probable que las Declaraciones Juradas de Importación (DJAI) no continúen, trabajen para impulsar la competitividad en los sectores sensibles con nuevos instrumentos.