UNA INVESTIGACIÓN DE LANATA COMPROMETE AL EX PRESIDENTE

Denuncian que el empresario Lázaro Báez giró fondos al exterior con aval de Kirchner

La presentación de testimonios obtenidos a través de una cámara oculta revela el giro de fondos a paraísos fiscales, previo envío de billetes en efectivo desde Santa Cruz

El regreso de Jorge Lanata a la televisión fue convulsionante. En su programa Periodismo Para Todos (PPT), reveló que el empresario Lázaro Báez, amigo de Cristina y Néstor Kirchner, sacó del país 55 millones de euros y los transfirió al exterior por fuera del sistema legal.

El programa presentó el testimonio de Federico Elaskar, quien acusó al entorno de Báez de haberlo amenazado para que venda la financiera mediante la cual se instrumentó la salida de los fondos al exterior. Báez había sido señalado en el pasado por Elisa Carrió como el testaferro de Néstor Kirchner.

La investigación presentada anoche por el periodista reveló que el hombre que estaba a cargo de la logística de los millones que transfería Báez era Leonardo Fariña, un empresario que levantó su perfil mediático luego de convertirse en esposo de la modelo Karina Jelinek. Según la investigación de PPT, su rol era coordinar el transporte de millones de euros en efectivo desde Santa Cruz a Buenos Aires.

Yo manejé la fortuna de un tipo de 5.000 millones de dólares, reveló Fariña en entrevistas grabadas con cámaras ocultas de PPT. Y vinculó a Kirchner con el manejo de dinero que sería de la corrupción: Vos no tenés la idea de la estructura que había armado Néstor. Yo te puedo asegurar que el tipo manejaba todo.

En otro tramo de su testimonio, el marido de Jelinek aseguró que el ex-presidente conocía las operaciones y que él era el encargado de resolver los problemas: Me planteaban los problemas, yo planteaba soluciones. Lázaro llamaba, se juntaba, y después me decía sí o no. Con Kirchner jugué partidos de fútbol y compartí un asado.

Siempre según PPT, parte de los millones de la familia Báez que manejó Fariña fueron transferidos al exterior en la financiera SGI, ubicada en el mismo edificio de Puerto Madero en el que vive Amado Boudou, y en el que Cristina tiene dos departamentos.

El ex dueño de SGI, el financista Federico Elaskar, confirmó que en 2011 Fariña llevó a su empresa entre 50 y 60 millones de euros que pertenecían a Lázaro Báez. Fariña envió decenas de millones de dólares y euros al extranjero a sociedades off shore que estaban vinculadas a Lázaro Báez y a sus hijos, Leandro y Martín, dijo Elaskar.

La ruta del dinero empezaba en Río Gallegos, hacía una escala operativa en Buenos Aires y seguía su rumbo intercontinental hacia cuentas en Suiza de empresas radicadas en paraísos fiscales, como Belice. Según el relato, el transporte se hacía en efectivo, en billetes de 500 euros, que se transportaban en vuelos nocturnos privados desde Santa Cruz.

Según consignó anoche clarin.com, las transferencias se hacían por intermediación de un estudio contable radicado en Panamá. Elaskar dijo que quien hacía de nexo con esas oficinas era uno de sus empleados: Fabián Rossi, el esposo de la vedette Iliana Calabró.

Fariña dejó de operar cuando se hizo conocido en los medios. De acuerdo al testimonio que mostró Lanata, en su versión asegura que Báez le reclamó una suma muy importante de dinero: Me sentí traicionado. Esto involucra a un grupo de gente que está en el medio y llega a la Presidenta. Pasé a ser un fusible de ellos. Conozco todos sus negocios, se quejó Fariña.

El empresario asegura que un contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, es quien hoy cumple todas las funciones que yo tenía. Elaskar denunció que se vio obligado a venderla cuando Pérez Gadín lo amenazó para que lo haga: Me dijo que me había quedado con dinero que era de un cliente suyo, Lázaro Báez. Elaskar jura que eso es falso: No tengo nada que ver. Me amenazaron de muerte: tenía que firmar. Vendí obligado y por muy poca plata.

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