INTERÉS INVERSOR EN ACTIVIDADES PROMOCIONADAS

Convenio con Rusia permite computar los impuestos perdonados

El convenio para evitar la doble imposición (CDI) con Rusia estuvo firmado durante 12 años sin pena ni gloria, y sorpresivamente entró en vigor el pasado 1º de enero, tras la aprobación por parte del Parlamento ruso y de la mano del renovado interés de ese país en recursos naturales de Argentina. El tratado fomenta que firmas rusas aprovechen zonas o actividades que gozan de regímenes promocionales en el país.
El convenio entre la República Argentina y la Federación de Rusia, que gobierna Vladimir Putin, para evitar la doble imposición en materia de impuestos sobre la renta y sobre el capital tiene como principal particularidad la cláusula conocida como tax sparing, que consiste en que el país inversor en este caso, Rusia reconoce un crédito fiscal por un impuesto no pagado en el país receptor, al tratarse de una zona o actividad de Argentina que goza de una exención impositiva en función de la promoción, explicó Esteban Aguirre Saravia, de Aguirre Saravia & Gebhardt.
Los sistemas promocionales alcanzados por el convenio son el régimen de exención impositiva en Tierra del Fuego; régimen de Inversiones para la actividad minera; promoción industrial, y/o de cualquier otra disposición que pueda establecerse luego de la fecha de la firma del tratado, o sea del 10 de octubre de 2001, y que permita una deducción en la determinación del impuesto a la renta o que directamente importe una exención o reducción del gravamen.
El objetivo de esta cláusula es permitir a los inversores rusos obtener créditos fiscales en su país de residencia por los impuestos que le han sido perdonados bajo el sistema de incentivos fiscales de la República Argentina, puntualizó Aguirre Saravia, y añadió que permitirá a los inversionistas no pagar el Impuesto a las Ganancias tampoco en Rusia.
Se consigue que el beneficiario final de las medidas de fomento sea el inversionista, en la medida en que en Rusia no se deduce lo efectivamente pagado en Argentina, sino lo que se debería haber pagado de no existir el incentivo fiscal, comentó Aguirre Saravia.
Otros beneficios son los límites a la retención de Impuesto a las Ganancias por los pagos al exterior. En el caso de Argentina, los topes son los siguientes:
n En la distribución de dividendos: siempre que corresponda la aplicación del impuesto de igualación, 10% en caso que la tenencia accionaria supere 25% y 15% si es menor o igual.
n En el pago de intereses, 15% (0% para los pagos al Banco Central de Rusia)
n En el pago de regalías, 15% siempre que, en caso de corresponder, se inscriban los contratos en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI).
No estarán gravadas las rentas que las empresas rusas obtengan en Argentina y viceversa, siempre que no cuenten con un establecimiento estable en el país de origen de la ganancia. El convenio incorpora el establecimiento permanente por la mera prestación de servicios pero restringiéndolo a un mes, dijo Aguirre Saravia, y agregó que resulta vital la redacción de los contratos y documentación de las operaciones para evitar la configuración de un establecimiento estable.

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