Zamora, Pichetto, Menem, los radicales y el resto, en una sesión cargada de mensajes

Tras la catarsis y las discusiones de ayer, la jura del radical Gerardo Zamora como presidente provisional del Senado fue esta mañana apenas un trámite. Nada más que 25 minutos le llevó al bloque oficialista cumplir los deseos de Cristina Fernández de Kirchner y designar al ex gobernador de Santiago del Estero segundo en la línea de sucesión presidencial.

Aun así, la sesión preparatoria dejó entrever algunas claves de las asperezas que causó la decisión presidencial. El jefe del bloque kirchnerista, Miguel Pichetto, dejó en claro que sus senadores estaban cumpliendo órdenes. “Los cargos que están en la línea sucesoria tiene que ver con una decisión de la Presidenta. Y, como siempre hemos hecho, apoyaremos su elección”, definió sobre las causas que catapultaron a Zamora, que ni siquiera integra formalmente el bloque del Frente para la Victoria, a la presidencia provisional.

Ese detalle sumado al origen radical del santiagueño, obligaron a Pichetto a aclarar: “Lo consideramos un hombre de nuestra propuesta política”.

Como había anticipado, el radicalismo votó en contra de su ex correligionario. “Para nosotros, que tenemos temas irresueltos con Zamora, sentimos que esta decisión es un agravio a nuestro partido”, definió Gerardo Morales. El jefe de la bancada radical se concentró tanto en defenestrar al santiagueño que se olvidó de hacer su propuesta para la vicepresidencia de la Cámara y debió subsanar luego el error.

El radicalismo no logró sumar al resto de la oposición a su postura. Solo una de sus aliadas, Blanca Monllau, votó en contra. El otro aliado del bloque, Oscar Castillo, apoyó la designación de Zamora, junto con el Frente Amplio Progresista, el Peronismo Federal, el PRO y el MPN, del moyanista Guillermo Pereyra. “Ratificamos la tradición parlamentaria de respetar las propuestas de cada bloque”, se excusó el socialista Rubén Giustiniani.

Zamora fue así electo por 57 votos a favor y 12 en contra, y hasta sumó el extraño privilegio de contar con el apoyo de un senador que hace un año no pisaba el recinto: Carlos Menem.

El resto de los cargos se repartieron entre la UCR, que nombró a Juan Carlos Marino en la vicepresidencia; el FAP, que ratificó a Luis Juez como vice primero; y el Peronismo Federal, que aunque había anticipado que daría pelea, decidió no hacer olas y se conformó con la vice segunda para Juan Carlos Romero.

En las secretarías continuarán Juan Zabaleta (administrativo) y Juan Estrada (parlamentario); y en las prosecretarías siguen Mario Daniele (administrativo), Luis Borsani (parlamentario). El único cambio tuvo lugar en la prosecretaría de Coordinación Operativa, que venía ocupando Santiago Revora y ahora quedará en manos de José Lepere. Fue apenas un enroque, dado que ambos tienen estrecha vinculación con el diputado camporista Eduardo “Wado” De Pedro. El primero es su primo, el segundo fue hasta ahora su asesor en políticas públicas en la Cámara baja.

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