OFENSIVA DE MOYANO Y BARRIONUEVO CONTRA EL GOBIERNO K

La huelga del sindicalismo opositor será el 10 de abril y promete paralizar el transporte

La medida de fuerza dispuesta por las dos CGT opositoras y la CTA de Micheli sumará la adhesión de gremios clave del transporte. Para el Gobierno, es un un paro político

En medio de las acusaciones del Gobierno de que se trata de una medida de fuerza de carácter político, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo fijaron ayer para el próximo 10 de abril la realización del paro nacional contra la administración kirchnerista que, además del respaldo de las dos CGT opositoras y la CTA disidente de Pablo Micheli, sumará a los poderosos gremios de la UTA y La Fraternidad, cuya adhesión fortalecerá los efectos de la huelga en el transporte público de pasajeros.
El paro, que constituirá el puntapié de una renovada ofensiva del sindicalismo opositor contra el Gobierno, será de carácter general y comprenderá a diversas ramas del transporte, estatales, docentes, trabajadores de la salud, judiciales y algunos servicios, pero no incluirá movilizaciones ni un acto central en Plaza de Mayo. En tanto, Moyano tiene previsto reunirse hoy con Micheli para definir los términos de la participación de esa central en la protesta.
La principal apuesta del jefe de la CGT Azopardo es garantizar la paralización total del transporte. Para ello, además de la adhesión de Camioneros, sumó a los choferes de la UTA y los maquinistas de trenes de La Fraternidad, que en lo formal integran la CGT de Antonio Caló, los principales gremios aeronáuticos, señaleros y diversos sindicatos del sector portuario. También se plegarán a la huelga otros gremios que integran la central moyanista, como panaderos, judiciales, petroleros y municipales, y organizaciones que reportan a la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo, como gastronómicos y personal de estaciones de servicios.
Ayer, durante el anuncio oficial de la fecha de la medida de fuerza, los sindicalistas garantizaron la prestación de los servicios esenciales como las guardias hospitalarias, pero aseguraron que quedará totalmente paralizado el servicio del transporte de pasajeros de corta, media y larga distancia, los trenes y los subterráneos.
En el sindicalismo opositor también se entusiasman con la posibilidad de que el paro se vea potenciado por la fuerte conflictividad docente en la provincia de Buenos Aires, donde los maestros aún no lograron definir las paritarias y hoy cumplirán 16 días consecutivos de paro sin haber iniciado las clases (ver pag. 2).
Antes de la confirmación de la fecha del paro, desde el Ejecutivo nacional, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, denunció el carácter político de la huelga dispuesta por Moyano y Barrionuevo y responsabilizó al Frente Renovador de Sergio Massa de promover la protesta. Los actores sindicales juegan un rol político, pretenden establecer una estrategia de oposición al gobierno, promueven un paro y en consecuencia es una medida de carácter político, de actores sindicales comprometidos políticamente, aseguró el funcionario.
Esa acusación le valió una dura réplica desde el massismo, desde donde reclamaron a Capitanich que no diga estupideces.

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