Por el fuerte ajuste fiscal y la inflación, el gasto público acumulado ya cae contra 2021

Octubre fue el cuarto mes seguido de ajuste fiscal y la dureza fue tal que, por primera vez, el crecimiento del gasto acumulado desde enero pasó a ser negativo en términos reales. En diez meses, las erogaciones corrientes (para pagar salarios, ayuda social, subsidios y jubilaciones) se contrajeron 1,2% descontada la inflación, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

El mix de alta inflación, quita de subsidios a la energía y actualizaciones de ayudas sociales por debajo del ritmo de los precios explican el ajuste del gasto. Hasta septiembre, el gasto corriente bajaba paulatinamente, pero aún se encontraba 1,6 puntos por encima de la inflación. El mes pasado, el acumulado ya pasó a terreno negativo. Este martes 22, el Ministerio de Economía informará los datos oficiales "base caja".

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De todos modos, el déficit fiscal aumenta en términos interanuales, según la OPC, debido a que los ingresos caen más que los gastos: 4,7% en términos reales. Ocurre que, en 2021, las cuentas tuvieron dos refuerzos extraordinarios: el Aporte Solidario (que se votó a fines de 2020 pero se liquidó hasta mediados del año pasado) y la monetización de los DEG que el Fondo Monetario Internacional (FMI) envió a los países miembros como refuerzo para atender gastos de la pandemia. Descontados esos importantes refuerzos, los ingresos amentarían 5,4% por encima de la inflación.

Así, el déficit fiscal devengado (es decir, con pago ya comprometido, aunque no se haya ejecutado) acumula en diez meses un crecimiento del 21,7% por encima de la inflación. El déficit financiero crece 9,7%.

Freno de mano

Los datos relevados por la OPC muestran que el déficit primario se expandía 12,5% real hasta junio inclusive. La salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía y su reemplazo por Silvina Batakis revirtió la tendencia. Primero, porque Batakis puso un freno de mano en todos los gastos. Luego, porque Sergio Massa consolidó el ajuste con recortes presupuestarios, segmentación de tarifas y una orden a los ministerios para no gastar más que lo presupuestado, a pesar de la inflación. Entre julio y octubre, el déficit devengado cayó 16,5% anual.

En octubre, el ajuste fiscal se profundizó en los gastos de capital, que ya venían bajando. La contracción real fue del 23,3% anual y la caída acumulada es del 12,1%. Hubo recortes en la inversión real directa (-35,2% en octubre, -4,2% en el acumulado), sobre todo por la reducción de los envíos de fondos a Aerolíneas Argentinas. También, en las transferencias de capital a provincias y otras empresas públicas (-19,2% en octubre y -12,8% acumulado) y en la inversión financiera (-33,9% y -27,2% acumulado).

El ajuste en el gasto corriente

Pero, sobre todo, se manifestó en los gastos corrientes, que representan alrededor de 13% del PBI. Las Prestaciones Sociales cayeron 7,9% en octubre, aunque el acumulado del año se encuentra 2,1% por encima de la inflación. Las jubilaciones crecieron 1,9% real en diez meses y las Asignaciones Familiares que cobran trabajadores en relación de dependencia treparon 16,2% acumulado. Pero el gasto para pagar AUH cae 12,4% real. Otro fuerte recorte se da en las políticas alimentarias: en medio de la escalada inflacionaria, el gasto cae 59,8% anual en octubre y acumula una merma de 7,9% en diez meses.

La quita de subsidios energéticos ya es palpable, por el mix de suba de tarifas y segmentación. En octubre, cayeron 31% anual y el crecimiento en 10 meses pasó a ser 0. Hasta septiembre, todavía registraban una expansión real del 4,3%. Los subsidios al transporte cayeron casi 8% en octubre, pero se expanden en el año. Otros programas, como Previaje, caen con fuerza.

Los salarios del sector público se mantuvieron relativamente a flote en octubre, con una merma marginal de 0,3% real, pero aumentan 9,1% en el acumulado. Y las transferencias corrientes a provincias cayeron 33,6% descontada la inflación y acumulan una retracción de 1,9% en diez meses.

Ayuda a la recaudación

Los ingresos caen en el año a pesar de que tanto la recaudación como los aportes de seguridad social muestran incrementos reales en torno a 6%. La caja trepó en octubre 8,5% real gracias al impacto del anticipo extraordinario de Ganancias a grandes empresas, entre otras medidas.

Así, el déficit primario devengado fue prácticamente neutro en octubre, aunque acumula 1,7 billones en el año y roza el 2,2% del PBI. La meta comprometida con el FMI es de 2,5% del PBI "base caja", lo que daría margen para estirar algunos pagos hacia adelante. Pero, con la actividad desacelerando y los pagos de diciembre, el Gobierno debería profundizar el ajuste. El resultado financiero, sumado el pago de intereses de deuda, trepa hasta los casi $ 2,7 billones.