Cuáles son los riesgos del plan Guzmán para contener la inflación

Economistas advierten que con el atraso cambiario pueden perder competitividad las exportaciones y se abaratan las importaciones. Suma presión sobre las reservas. Cómo influye el factor PASO en la estrategia.

Aunque el ministro de Economía, Martín Guzmán, a mediados de enero había asegurado que no estaba en sus planes atrasar el tipo de cambio, sino que siga el ritmo de la inflación, dio un volantazo y afirmó recientemente que buscará que el tipo de cambio oficial esté cerca de 102,4 por dólar a fin de 2021, lo que implica una depreciación del 25%

La inflación prevista en el Presupuesto 2021 por el Gobierno es de 29%. De efectivizarse, un atraso cambiario de cuatro puntos "no es grave si se lo compara con el promedio histórico", explicó Andrés Borenstein, economista de Econviews. Sin embargo, agregó: "si tenemos razón los economistas y la inflación está alrededor del 50%.  Los 25 puntos de atraso cambiario dolerán"

El Banco Central ya comenzó a mostrar un ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial cada vez más lento. La tasa de depreciación del peso en la última semana fue del 2,5%, mientras que se espera que la inflación de febrero esté en torno al 3,6%, desde la consultora LGG detallaron: "Si la inflación continua navegando en la zona del 3,8% mensual, equivalente a un 56% anualizado, es de esperar que el crawling peg (micro depreciaciones) del Banco Central quede desdibujado"

El atraso del tipo de cambio se puede controlar desde dos vías. Por un lado, con intervenciones regulatorias para las cuales se utilizan las Reservas. "Nuestro país hoy casi no tiene reservas, por lo que la capacidad de control hoy no depende del stock de reservas sino del flujo esperado, que es positivo gracias al aumento del precio de los commodities", aclaró Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo. 

Por otro lado, con la limitación del ingreso de importaciones para evitar una posible escasez de divisas que presionaría en el mercado cambiario: "este año se espera que sea de reactivación económica, pero si se pisan mucho las importaciones va a ser difícil", opinó Borenstein.

Por esta razón el Gobierno pareciera tener metas contrapuestas: "este objetivo de diferir la inflación en el tiempo choca con el de mediano plazo. Porque con un tipo de cambio más barato Argentina pierde posibilidad de exportar y es un incentivo a importar", precisó Guido Lorenzo, director de LCG y docente de la UBA

Un tipo de cambio a $102, 4 a fin de año es consistente con un aumento del dólar de 1,3% por mes. Las intervenciones del Banco Central influyen sobre el dólar oficial, pero no así sobre la brecha cambiaria, que en los últimos días se mantuvo en torno al 70%. Los economistas consultados coinciden en que esta será la 'válvula de escape' si no ingresan los suficientes dólares ya sea porque el campo no liquide exportaciones, como si aumentan a gran escala las importaciones. 

"Esto algo que se suele hacer en cada año electoral en Argentina porque en definitiva lo que se busca es ponerle dólares en el bolsillo a la gente. La pregunta es qué hacen con ese poder de compra: si las personas quieren consumir bienes que se importan como zapatillas o tecnología, al final del BCRA tendrá que perder más dólares a costa de subirle los costos a los exportadores que perderán competitividad", dijo Fernando Marengo, economista jefe de la consultora Arriazu Macroeconomistas y destacó: "es una medida de corto plazo que después de las elecciones se tendrá que corregir con una devaluación"

En línea con esta postura, a partir de 2011 cuando se aplicó el cepo por problemas en el frente cambiario, los salarios sólo subieron en 2013, 2015 y 2017, es decir, años electorales

Dal Poggetto coincidió con Marengo y sumó que puede haber una gran diferencia si hay o no PASO porque no es lo mismo atrasar el tipo de cambio hasta agosto, que hasta octubre. Ligado a los rumores actuales, también influiría que se atrasen ambas elecciones: "el principal objetivo del Gobierno es llegar juntos a octubre, por eso no pueden correrse demasiado a la izquierda porque se les escapa la brecha, ni demasiado a la derecha porque se les escapan parte de los votantes".

El posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no sólo será fundamental para que el Gobierno pueda sostener el valor del dólar oficial, sino que podría evitar post elecciones un salto discreto del dólar para corregir el atraso. Hasta el momento hay pocos indicios de cuándo se cerrará. 

Desde el sector más cercano a Cristina Kirchner, el mensaje es que no habría acuerdo hasta después de las elecciones. En los alrededores del ministro de Economía el mensaje es que el acuerdo llegaría en mayo, cuando Argentina debe pagar u$s2.460 millones al Club de París 

"A mi no me queda claro como un acuerdo a largo plazo con el Fondo incluye atraso cambiario y tarifario para ganar la elección como premisa", comentó Dal Poggetto. En sintonía, la directora general del FMI, Kristalina Georgieva, luego de la última conversación que mantuvo con Argentina a principio de febrero señaló que "se necesitan dos para bailar el tangoasí que todos tienen que hacer su parte y encontrar un camino para llegar a un acuerdo". 

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