Se duplicó la importación de energía y llega al 18% de las compras al exterior
Llegó a u$s 4.240 millones en el primer semestre y dio un salto en julio. Se trata de una de las principales preocupaciones en Planificación y en Economía
Mientras el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, le saca lustre a su heterodoxia económica para proteger la salida de divisas y convence a empresarios que exporten Rastis para autorizar el ingreso de muñecas Barbies en las vísperas del día del niño, cada vez más dólares se fugan del país de la mano de la factura energética.
De acuerdo con números de la Aduana y el Indec reproducidos en un informe privado de consulta frecuente por empresarios, en el primer semestre del año las compras de energía al exterior se llevaron u$s 4.240 millones, más de un 12% de los u$s 34.236 millones que, de acuerdo con el organismo oficial de estadísticas, el país compró en el exterior.
Dos datos ponen de manifiesto la tendencia creciente a la salida de divisas: las compras al exterior en el primer semestre más que duplican a las del mismo período del año pasado. De acuerdo con estimaciones para julio, durante ese mes arañaron los u$s 1.240 millones, por lo que se llevaron casi un 18% de las importaciones totales, en torno a los u$s 6.900 millones según el Indec.
Esas cifras, además, tienen un agravante desde la mirada de las cuentas públicas: en la enorme mayoría de los casos se trata de compras solventadas por el Estado para cubrir los baches en la oferta energética, en especial la de gas, cuya producción viene en caída. De acuerdo con números del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), en los primeros seis meses de este año tropezó más de un 4% con respecto al mismo período del año anterior.
En la vereda de enfrente, la demanda crece de manera incesante debido al sostenido consumo del sector industrial, uno de los pilares del auge económico. En ese contexto, la importación de energía fue la opción que eligió el Ministerio de Planificación, a cargo de Julio de Vido, para disimular la estrechez de la oferta local sin resentir la actividad productiva.
A pesar de eso, el engrosamiento de la factura energética preocupa cada vez más en despachos públicos. Es por eso que un analista de trato frecuente con funcionarios de primera línea y las empresas aseguró a El Cronista que el inicio de la recomposición de tarifas no pasará de 2012.
La caída en la oferta local de energía y su correlato en el saldo comercial, cada vez más estrecho, es uno de los indicadores más observados tanto por De Vido como por el Ministerio de Economía, que conduce Amado Boudou.
Ambos funcionarios, dos de los más fuertes de la administración de Cristina Fernández, comenzaron a tomar decisiones para comenzar a desandar ese camino. Boudou, por caso, fue el encargado de darle el visto bueno al algunas petroleras para que aumenten el precio de los combustibles. Se trata de una medida que intenta, por un lado, moderar el consumo en el mercado interno y, al mismo tiempo, dotar de recursos a las empresas para que importen a su propio cargo cuando haya faltantes.
Y De Vido es el más activo en esa línea. Planificación apuesta cada vez más fichas al plan Gas Plus, que permite a las productoras de ese insumo cobrar más caro la nueva producción. Si bien comenzó tímidamente hace dos años, cada vez más empresas, como YPF, la norteamericana Apache y Tecpetrol, la petrolera de Techint, prometen ofrecer nuevos volúmenes de gas. El objetivo es que los nuevos volúmenes reemplacen la compra de gasoil y fueloil, sustitutos del gas, para centrales eléctricas.