Paritarias 2020: quiénes ganaron y quiénes perdieron en el año de la pandemia

Los aumentos de este año se ubicaron en su mayoría en una franja de entre el 30% y el 35%. Los gremios ya anticipan un piso de 30% para los incrementos de 2021 si se mantiene la evolución actual de la inflación.

Pese a las circunstancias especiales que impuso la pandemia y sus implacables efectos sobre el escenario económico, la ronda de paritarias de 2020 logró salir a flote. Con más del 90% de los trabajadores alcanzados por los acuerdos firmados en el transcurso del año, proceso que se aceleró en forma significativa durante el segundo semestre, la mayoría de los incrementos salariales se ubicaron en una franja de entre el 30% y el 35%, aplicados bajo las más diversas modalidades y el recurso de las cláusulas de revisión salarial.

Sin embargo, para las estimaciones de buena parte de los analistas del mundo laboral esos aumentos van a terminar quedando por detrás de la inflación, aunque es posible que en una proporción bastante inferior a la que podría preverse en la primer etapa del año, donde las restricciones derivadas de la pandemia eran más contundentes.

Más allá del cálculo de aquellas actividades que por su esquema de negociación tienen previsto una nueva actualización de los aumentos en el primer trimestre de 2021, es previsible que el desfasaje entre las subas salariales y la evolución de los precios (con una proyección de inflación en torno al 37% para el cierre de 2020) meta más presión en el arranque de las paritarias del próximo año, donde ya son varios los gremios que anticipan reclamos por encima del 30%.

La muñeca del Gobierno para intentar contener esos planteos y establecer una pauta salarial que funcione como un corset para las negociaciones se pondrá a prueba durante el primer cuatrimestre del año próximo.

La experiencia de 2020 podría ejercer de un buen modelo en ese objetivo. En enero de este año el Gobierno estableció por decreto un incremento salarial de $ 4000 que originalmente funcionó como adelanto de la ronda de paritarias y permitió a la administración de Alberto Fernández ganar un tiempo precioso y postergar por varios meses las principales discusiones mientras la Casa Rosada concentraba sus esfuerzos en la gestión de la pandemia. Justamente la continuidad del escenario dominado por el Covid-19, sus limitaciones y la evolución de la situación económica serán condicionantes clave para los planes del Ejecutivo en materia de salarios.

La mayoría de los análisis sobre el balance de las negociaciones salariales de 2020 destacan el rol de la suma fija de $ 4000 dispuesta por el Gobierno para contener los reclamos. Y sostienen que, respecto a la situación de diciembre de 2019, la caída del salario real será menor y en algunas actividades podría registrarse un crecimiento interanual de los ingresos.

"A fin de 2019 el salario real tocó un piso: 21,3% y 25,3% por debajo del nivel alcanzado a finales de 2015 para trabajadores privados registrados y públicos respectivamente. Esto se debe a que en el segundo semestre del año pasado se registró una fuerte caída del salario real, en un escenario marcado por la derrota del macrismo en las PASO, la devaluación, la suspensión de revisiones salariales previstas y una aceleración de la inflación", explicó a este diario Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA.

A pesar de que la industria resultó uno de los sectores más afectados por el parate de actividades que impuso la cuarentena obligatoria, el rubro metalúrgico fijó la recomposición más alta con un incremento salarial de 39,6%. El gremio que conduce Antonio Caló (UOM) firmó en noviembre ultimo con las cámaras del sector el tramo final de la negociación que estableció una suma fija de $ 30.000 en 5 cuotas y un porcentaje adicional a aplicarse en enero y febrero. La industria molinera lo secundó con un incremento de 37,9% que se abonará en tres tramos.

También dentro del sector fabril, la industria de la construcción, representada por el gremio de la Uocra y Camarco, selló recientemente un acuerdo que dispuso una recomposición de 33% en dos tramos. A su vez, para el personal de las fábricas de la alimentación se consensuó un aumento de 32% que se implementó en seis cuotas.

Respecto al sector servicios, el gremio bancario se ubicó otra vez al tope de los acuerdos. Firmó con las cámaras que agrupan a bancos públicos y privados una suba de 32% también en seis cuotas y con el plus habitual por participación en las ganancias del sistema financiero. Hugo Moyano, al frente del sindicato de Camioneros, suscribió un incremento de 30% más un bono de fin de año de $ 25.000 que las empresas transportistas pagarán en cinco cuotas, en tanto que para los choferes de colectivos agrupados en la UTA el incremento salarial alcanzó también el 30% en tres tramos.

El sindicato de Comercio, el más numeroso del país por agrupar a 1,2 millones de trabajadores, acordó por su parte un aumento de suma fija de $ 30.000 que se abonará en seis cuotas, más la incorporación a los básicos de convenio de un suplemento de $ 6000 que el personal del sector venía percibiendo desde comienzos del año.

En el sector público, el acuerdo sellado la semana pasada dispuso una mejora adicional, con lo que el aumento promedio trepará a 25%. En el caso de la paritaria nacional docente, la suba convenida para 2020 promedia el 35,8% que se hizo efectiva en tres tramos y fijó el piso para las discusiones en cada provincia.

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