La estrategia de Alberto para buscar un "acuerdo social" a escala regional en el Mercosur

El Presidente pretende relanzar el Foro Empresarial y darle voz a entidades empresariales públicas y privadas interesadas en hacer un balance y evaluación del bloque regional, a 30 años de su creación. También recuperará un eje estratégico que había tenido la Unasur.

El presidente Alberto Fernández está determinado a aprovechar los seis meses en los que tendrá el timonel del Mercosur y asume como determinante este tiempo para imprimirle a la unión aduanera compartida con Brasil, Paraguay y el Uruguay un estilo más ligado al que tuvo durante los gobiernos de Cristina Kirchner.  

Durante la presidencia pro tempore (PPT) argentina en el bloque económico, que durará hasta julio próximo, el Gobierno pretende recuperar varios organismos que fueron suprimidos o reducidos a la mínima expresión durante el cuatrienio de Mauricio Macri, en el que los socios adoptaron un plan de simplificación de estructuras y restaron importancia a los foros de discusión política. Todo lo contrario a lo que se intenta ahora.

Por caso, el Gobierno avisó que restablecerá las reuniones de órganos decisorios y foros técnicos que apuntan a revitalizar su comercio, pero también quieren influir sobre la vida cotidiana de sus habitantes con acciones conjuntas en materia de integración física, educación, cultura, ciencia y tecnología, y políticas migratorias.

En este sentido, la Cancillería dio a conocer que en las próximas semanas convocará al Foro Empresarial, creado en 2012. Allí se espera contar con entidades y asociaciones empresariales públicas y privadas interesadas en hacer un balance y evaluación del bloque, que el próximo año cumplirá 30 años desde su creación por medio del Tratado de Asunción, y a su vez discutir cómo potenciar y competir con el mundo en la agroindustria y los servicios digitales.

La iniciativa se asemeja a la convocatoria a un acuerdo económico y social que el Gobierno propicia con entidades gremiales empresarias y sindicatos, a través de mesas sectoriales, para corregir desequilibrios macro y proyectar un crecimiento sostenido. De igual modo, la Cancillería ha tenido un ejercicio similar este año con la creación del Consejo Público Privado de Exportaciones.

 

Un Mercosur con sabor a Patria Grande

Ya en la arena política, Fernández también aspira a acelerar en la primera mitad del año la incorporación definitiva de Bolivia al Mercosur y su inclusión en todos los órganos decisorios y foros técnicos. El objetivo, acordado con el gobierno del flamante presidente Luis Arce, sucesor de Evo Morales, debe resolverse también de cara a Brasil, cuyo congreso no ha todavía homologado el mismo proceso que se siguió años atrás con Venezuela.

Si de la nación caribeña se trata, el ministerio que coordinará el Mercosur y conduce Felipe Solá ya avisó puertas adentro de la coalición de gobierno que no moverá una sola pieza en el sentido de reincorporar a Venezuela, que fue suspendida en 2017 por los cuatro miembros originarios por las sucesivas denuncias de violaciones a los derechos humanos. 

Asimismo, Alberto quiere que el Mercosur recupere funciones que en algún momento cedió en favor de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), disuelta tras años de inmovilismo, con la anuencia del anterior gobierno.

En la última cumbre del Mercosur, sucedida la semana pasada, Solá propuso reactivar el Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan) como banco de ideas y proyectos para el desarrollo de infraestructura.  Este proyecto se firmó en el 2000 y se activó en el 2011 aunque luego se discontinuó y trasladó a la plataforma de concertación regional impulsada en su momento por Néstor Kirchner, Luiz Inácio "Lula" Da Silva, Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales. El Cosiplan aspira a determinar la concreción de obras estratégicas en transporte, energía y comunicaciones, para mejorar la conectividad regional.

En materia de negociaciones comerciales, el Gobierno reaseguró que buscará concluir las cuestiones técnicas pendientes con la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), concluir los acuerdos con el Líbano e Israel, y lanzar conversaciones formales con los países de Centroamérica y la República Dominicana.

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