DE LICENCIA, LA TODAV A JEFA DE LOS FISCALES DECIDE QUÉ HAR

El futuro de Gils Carbó: entre el sector privado, la educación y la política

La transición entre su gestión y la próxima ya está en marcha. Mientras tanto, ella define qué hará a partir de 2018. Tiene ofertas de un estudio jurídico y una universidad

De licencia y con la transición hacia su salida del Ministerio Público en marcha, Alejandra Gils Carbó ya piensa en su futuro. Tres ofertas que la mantendrían vinculada al ámbito judicial son las que aparecen al tope de sus preferencias, aunque la relevancia que adquirió su nombre en los últimos años también la ubica como una opción para algunos dirigentes opositores que la quisieran como candidata. Ella evalúa y por ahora no responde.

Entre las principales opciones para Gils Carbó aparecen una oferta de un estudio jurídico comercialista, que en su entorno definieron como "muy importante"; además de la invitación a ser docente en una universidad nacional; y propuestas para sumarse a organizaciones no gubernamentales. A ello se suma la casi segura incorporación de la todavía procuradora a la Red Nacional Antimafia, integrada por organizaciones de la sociedad civil, como el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y sectores vinculados al papa Francisco, como la Fundación La Alameda, cuya cara más visible es Gustavo Vera.

Gils Carbó debería retomar sus funciones en la Procuración el 10 de diciembre, día en que termina la licencia que pidió para operarse una hernia. Sin embargo, ante el hecho de de que su renuncia se hará efectiva 21 días más tarde de esa fecha, existe la posibilidad cierta de que la transición ya iniciada en el Ministerio Público Fiscal continúe sin pausa hasta 2018.

Ese proceso está a cargo del procurador fiscal ante la Corte Suprema, Eduardo Casal, interinamente al frente ante la licencia de Gils Carbó y ya comandando la transición. A partir de su desembarco, Casal decidió algunos cambios en la estructura de la Procuración. La dividió en tres áreas operativas: Administración y Recursos Humanos, Coordinación Institucional, y Disciplina y Técnica. En cada una de ellas designó a los secretarios letrados Juan Pablo Ugarte, Juan Manuel Olima Espel y Juan Manuel Casanovas, quienes concentrarán las decisiones de las diferentes dependencias del organismo.

De todas, la más sensible es la de Disciplina y Técnica, a cargo de Casanovas, quien quedó a cargo del cuerpo de fiscales de la Procuración, de la Asesoría Jurídica y de la Secretaría Permanente de Concursos, entre otras dependencias.

Gils Carbó, designada en agosto de 2012 por una amplia mayoría de los votos del Senado (sólo tres legisladores rechazaron su pliego, apoyado en su momento no sólo por el peronismo sino también por la UCR y otros bloques), se convirtió desde diciembre de 2015 en la funcionaria más molesta para el presidente Mauricio Macri. El jefe de Estado no dudó en reclamar su corrimiento públicamente cada vez que pudo, a pesar de que el Ministerio Público es un organismo independiente del Poder Ejecutivo.

Cambiemos intentó por eso algunos caminos judiciales y legislativos para echar a la procuradora. Sin número para el juicio político que manda la ley, buscó modificar justamente ese requerimiento con una nueva ley del Ministerio Público Fiscal, lo que fue impedido por la principal voz oficialista en el Congreso: Elisa Carrió. Finalmente, la suerte de Gils Carbó comenzó a definirse con un fallo del juez en lo Contencioso Administrativo Federal Pablo Cayssials, quien hizo lugar al planteo de dos organizaciones vinculadas al oficialismo y consideró inconstitucional el requisito del juicio político para remover a la procuradora. Con esa firma, el destino de Gils Carbó quedó sellado.

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