Arranca el US Open, el torneo de tenis de los u$s 1000 millones

Hoy comienza el último de los cuatro grandes del tenis de la temporada: el US Open, el Grand Slam que más dinero reparte a los campeones de las categorías masculina y femenina con u$s 3,3 millones de los 44,85 totales a repartir en premios. También es el torneo con la pista más grande, el Arthur Ashe Stadium, donde se juegan los partidos principales con capacidad para 22.547 personas, casi 8000 más que en las pistas centrales de Wimbledon o Roland Garros.

En el USTA Billie Jean King National Tennis Center (complejo sede del torneo) hay 17 estadios más, además de pistas de prácticas, estacionamiento, hospitality, zonas de ocio, y una food village que tiene 15 puestos diferentemente especializados.

Además, el complejo está inmerso en una amplia reforma que incluye la remodelación del Louis Armstrong Stadium (el segundo en tamaño) y la inauguración del Grandstand Stadium.

Las tiendas principales en Flushing Meadows son las de dos de los patrocinadores del torneo (Polo Ralph Lauren y Wilson), pero en diferentes zonas del recinto se pueden comprar raquetas, ropa y accesorios de Nike, Bolle o Yonex, así como recuerdos del torneo, incluidas las pelotas usadas que se utilizan en los partidos por u$s 10 cada una.

Al certamen acudirán 700.000 personas que, si quieren disfrutarlo todos los días, tendrán que desembolsar u$s 2125, pero también hay tickets semanales (desde u$s 673), de fin de semana (u$s 326) o individuales, cuyo precio oscila, en el primer día de torneo, entre los u$s 70 y los u$s 605. Presenciar la final masculina en el asiento más caro cuesta 1270 dólares. Además hay cuatro paquetes hospitality que incluyen desde habitaciones privadas a asientos en el estadio con zona VIP, comida y bebida. Todos están agotados excepto los Luxury Suite Package.

Otro récord del US Open es el de ser el Grand Slam con más empresas asociadas: 26. La cifra supone un sponsor más que el Open de Australia, cuatro más que Roland Garros y 14 más que Wimbledon. En el primer nivel de patrocinio se encuentran siete firmas como Mercedes-Benz o American Express, mientras que como proveedores aparecen doce marcas.

El impacto económico se resume en más de 13.000 empleos, unos 98 millones de dólares por la venta de entradas y más de 100 millones por los derechos de televisión y patrocinios, a lo que hay que añadir unos 700 millones en gastos indirectos de viajes, hoteles, hostelería (más que la Super Bowl) ya que un 45% de los espectadores no son neoyorquinos.