Encuentro Nacional de Mujeres: una tradición de lucha que ya lleva 34 años

La Plata fue escenario de un encuentro histórico, multitudinario y sin incidentes. Más de 200.000 mujeres, lesbianas y travestis demostraron otra vez que el movimiento feminista avanza en la construcción de una agenda pública nacional que contenga sus demandas.

El Encuentro Nacional de Mujeres es un evento admirado en el mundo. Oriente, Europa y el resto de América se preguntan cómo fue posible construir en Argentina estas redes feministas a lo largo y a lo ancho del país. La prensa mundial se sorprende también con las imágenes que se expanden en internet llenas de colores, banderas y glitter, reflejo de esta 34 edición del Encuentro que convoca a las mujeres y a las disidencias sexuales y de género en una pluralidad inconmensurable.

La historia nos remonta a mayo de 1986, cuando alrededor de mil mujeres se juntaron en la ciudad de Buenos Aires, inaugurando así una tradición de lucha que ya lleva 34 años. Cada año, una ciudad designada por la multitud recibe a cientos y miles de mujeres y disidencias sexo-genéricas convocando así a las que todavía no se han sumado a este ritual itinerante que busca incidir en la política argentina.

Allí, se han gestado proyectos de ley, se han conformado redes federales, la mismísima Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito, que en 2018 inundó con una marea verde las inmediaciones del Congreso de la Nación, funda sus orígenes en el marco de estos encuentros.

La experiencia en La Plata trascendió ampliamente el imaginario social, fomentado por los medios masivos, sobre los actos vandálicos que grupos minoritarios a veces realizan contra las iglesias o edificios públicos. Más de ochenta talleres de discusión y debate, múltiples actividades culturales y una marcha multitudinaria que recorrió las calles llegando a cada puerta de vecino o vecina; de todo esto se trató el encuentro más masivo de la historia.

Este año, mientras 200.000 mujeres, lesbianas y transexuales nos hermanábamos en la más multitudinaria marcha del movimiento feminista, la cobertura mediática se inclinaba por el debate presidencial entre ocho candidatos varones, evidenciando así el largo camino que aún nos falta recorrer para construir una sociedad más igualitaria.

Este 34° Encuentro en territorio Querandí fue también sustento de una amplia peatonal feminista repleta de artesanas y colmó de alegría a los y las comerciantes platenses que hace tiempo vienen bajando persianas ante la frecuencia de los balances negativos. El Encuentro da trabajo y desborda las ciudades, hace visibles las demandas que tenemos como ciudadanas de este mundo y nos permite organizarnos en pos de conquistar nuestros derechos.

Es un evento que recibe también a mujeres migrantes, negras e indígenas, a quienes elijen día a día nuestro país como su casa, y a quienes solo quieren formar parte de esta experiencia única. De allí, la conformación de una Comisión específica para la concreción del cambio de nombre de dicho encuentro a uno que incluya la plurinacionalidad y la presencia de las disidencias sexuales y de género, dando lugar a una reparación histórica de sectores que han sido siempre marginados.

Así, el 35° Encuentro Plurinacional de Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No-Binaries se encamina a San Luis, para plantar bandera puntana por primera vez en la historia y para seguir marcando el rumbo de un feminismo que abraza las causas inclusivas, por los derechos humanos y de justicia social.

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