Lejos de la reelección, Macri tiene un desafío: lograr estabilidad para alcanzar octubre

El presidente Mauricio Macri está enfocado principalmente en evitar volatilidad para llegar a las elecciones de octubre y sumar más votos que en las PASO. El optimismo y la polarización, en baja. 

La motivación del gabinete ampliado del último jueves, en el Centro Cultural Kirchner, con arengas para pelear en octubre se va esfumando mientras pasan los días. El Gobierno tiene como prioridad la estabilidad cambiaria, en el día a día. Una muestra clara es que el presidente Mauricio Macri nunca habla de las posibilidades de remontar el traspié de las PASO y, este martes, al tomar juramento al ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, le encomendó que su foco sea "morigerar" el costo "de este proceso electoral sobre la vida diaria de todos".

"No te lo pido como candidato a presidente en una especulación política, te lo pido claramente como presidente", blanqueó el jefe de Estado quien definió la coyuntura como un "momento tan difícil para la Argentina". Además, lejos de polarizar con el kirchnerismo, Macri reclamo que abra "todos los puentes y canales de diálogos posibles".

La prioridad de la Casa Rosada hoy pasa por mantener la estabilidad cambiaria. Macri dijo este martes a Clarín que "el dólar se va a quedar donde está". Nadie está hablando de la posibilidad de remontar los 15 puntos que le sacó el candidato del Frente de Todos, en las PASO.

El Gobierno sólo piensa en evitar la volatilidad financiera para llegar a octubre. En esa dirección está dando todos los pasos. Por ejemplo, Macri buscó mostrar reacción y armó una nueva mesa de acción política, con la gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sus aliados radicales y Elisa Carrió, entre otros. Pero el paso más importante que dio fue haber llamado por segunda vez en una semana a Alberto Fernández, en busca de mantener la estabilidad, luego de que el candidato del Frente de Todos expusiera su plan de hablar con los bonistas tenedores de deuda. Macri vuelve a mostrar así que tiene peso la palabra de su contrincante de cara a las elecciones de octubre, para "morigerar cualquier costo" sobre la "vida diaria de todos".

En la Casa Rosada tampoco hablan de forzar un ballotage en octubre. Solamente esperan sacar la mayor cantidad de votos posibles. A diferencia del optimismo que reinaba antes de las PASO, nadie se anima siquiera a plantear que podría haber una remontada a raíz de una polarización con el kirchnerismo en octubre. Es que el frente económico es vulnerable, a tal punto que el FMI postergó su misión de este martes.

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