EROGACIONES SOCIALES TUVIERON RECORTES DE 0,5% DEL PBI

La fórmula previsional redujo gastos en 2018 pero los aumentará este año

El cálculo para actualizar jubilaciones y asistencia social utiliza la inflación del semestre anterior, por lo cual el aumento fuerte vendrá en el segundo semestre.

El año pasado el Gobierno bajó el gasto primario en un 1,8% del PBI de los cuales un 0,5% de ese total, casi un tercio del ajuste, provino de las prestaciones sociales.

Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la caída de este componente se debió a la nueva fórmula de actualización de lo aportes que el Gobierno asigna para jubilaciones, pensiones y asistencia social, que hace los aumentos utilizando la inflación del semestre anterior. "Esta importante reducción se debió a la elevada y creciente inflación mensual que se tuvo, teniendo en cuenta cómo juega la fórmula de movilidad jubilatoria", indicó el informe.

"Como la fórmula mira los seis meses anteriores, los aumentos más grandes de jubilaciones y Asignación Universal por Hijo (AUH) los vas a tener en el segundo y tercer trimestre de este año", analizó Javier Curcio, economista y profesor de Finanzas Públicas de la Universidad de Buenos Aires.

Curcio explicó que el segundo factor que provocó la caída del gasto en prestaciones sociales también lo produjo la fórmula que rige desde diciembre del 2017.

La actualización está compuesta por un 70% de los valores de inflación y un 30% del aumento que hubo en sueldos. Como estos últimos cayeron en términos reales y la inflación se toma con retraso, Curcio advirtió que hay un "doble efecto" que jugó a favor del objetivo fiscal del Gobierno.

Este conjunto de factores provocó, según datos del IARAF, que las prestaciones sociales cayeran un 0,5% del PBI cuando en el presupuesto se estimó que iban a crecer en el orden del 0,2% del PBI. Cabe aclarar que este componente es el más pesado dentro de la torta del gasto primario ya que significa la mitad del total de erogaciones a nivel nacional.

 

Efecto retardo

 

En línea con los dichos de Curcio, el informe advirtió que de cara a los próximos años, en la medida que la inflación mensual baje linealmente y se mantenga la regla de movilidad, "estas prestaciones aumentarán en términos reales y dejarán de aportar a la baja del gasto".

Por lo tanto, así como la fórmula le dio aire al Gobierno para llegar a la meta fiscal propuesta en 2018, la misma le jugará en contra para alcanzar la exigente meta de "déficit cero" hacia fin de año. "El aporte a la baja de las erogaciones deberá entonces ser cubierto por otros gastos o ingresos, de modo tal de avanzar hacia la mejora de los resultados establecida como meta", aclaró el informe del IARAF.

De los 1,8 punto porcentuales del PBI que tuvo que recortar el Gobierno en 2018, el segundo recorte importante se hizo sobre los gastos de capital, principalmente obra pública, que tuvo también una caída de 0,5% del PBI. Lo siguen los gastos de funcionamiento, con un rojo de 0,3% del PBI, y las transferencias corrientes a provincias, con un recorte de, 0,2% del PBI.

Por otra parte, los subsidios a los servicios públicos registraron el menor aporte a la caída del gasto en relación al producto. "En 2018 cayeron 0,1 punto porcentuales en relación con el año 2017, mucho menos de lo que se esperaba para el año en buena medida fruto de la crisis cambiaria que demandó más fondos para cubrir los subsidios a la energía, principalmente", detallaron desde IARAF.

En cambio, del lado de los ingresos fiscales, el Tesoro no podrá contar este año con el crecimiento de los giros de utilidades provenientes de organismos descentralizados como el Banco Central y la ANSeS, que en 2018 aportó un total de 1,2% del PBI, por lo cual, IARAF anticipó que "la mejora del Estado vía ingresos provendrá de los recursos tributarios".

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