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Infraseguro: el flagelo que crece en un contexto inflacionario

A veces, los asegurados priorizan el monto de las primas que deben pagar más que la tranquilidad de estar cubiertos, de producirse un siniestro. Se recomienda recalcular el costo de reposición de los bienes anualmente.

Como consultora, mantenemos contacto permanente con diferentes agentes de la industria del seguro y hay un tema recurrente: la preocupación generalizada por la problemática del infraseguro. Cuando hablamos de infraseguro nos estamos refiriendo a la correcta valuación de los bienes asegurados (valor de reposición en el mercado) al momento de generarse la póliza y la falta de actualización de las sumas aseguradas reflejadas en las respectivas pólizas. Este es un tema que siempre debería resultar inquietante, pero el problema se agudiza en un contexto inflacionario como el que estamos viviendo porque, en caso de producirse un siniestro, la indemnización recibida no permitiría la reposición de los bienes siniestrados.

Sumemos el contexto inflacionario y las devaluaciones bruscas de la moneda y obtendremos un grado de incertidumbre de la cifra asegurada muy alto.

Con respecto a la devaluación, algunos bienes sufren directamente un aumento del valor en pesos (bienes importados o con gran componente extranjero) y otros no con la misma intensidad, con lo cual la suma asegurada debería revisarse después de un cambio notorio en la paridad cambiaria.

Sería recomendable recalcular el costo de reposición de los bienes asegurados, como mínimo, una vez al año. Para los inmuebles, el cálculo consiste en determinar cuál sería el costo de reconstruir la propiedad bajo la hipótesis de una destrucción total. Para las maquinarias y bienes muebles debe realizarse un estudio de mercado para determinar cuál es el costo de volver a comprar la máquina o una similar.

En nuestra actividad como valuadores de bienes en general, muchas veces debemos determinar para los edificios valores de reposición a nuevo que superan ampliamente a las sumas aseguradas informadas por las compañías de seguros. En ocasiones, los asegurados erróneamente priorizan el monto de las primas que deben pagar, más que la tranquilidad de estar suficientemente cubiertos en caso de producirse un siniestro; y ante esa situación, el que más pierde es el asegurado. ¿Por qué? Las compañías consideran el monto de la cobertura cuando deben responder frente a la ocurrencia de un siniestro; pero si esa suma es menor al valor de reposición real para cubrir los daños ocasionados, calcularán la indemnización proporcionalmente al valor asegurado en la póliza. Esto ocasiona una pérdida para el asegurado, quien no puede reponer el bien siniestrado. Pero también se perjudican las aseguradoras al recibir denuncias ante las asociaciones de consumidores y/o en la justicia tanto en lo económico como en lo comercial.

El incendio es el riesgo más afectado por el infraseguro, y podemos verlo tanto en pymes como en empresas grandes. En este último caso hay que destacar que equipos de medición o máquinas de alta precisión están anclados al valor de la divisa extranjera: si este componente es alto en el volumen asegurado, es posible que después de una devaluación la suma asegurada no sea suficiente cobertura. Aunque también lo observamos en otros rubros.

Las principales cámaras aseguradoras realizan periódicamente un exhaustivo análisis sobre las acciones más relevantes y estratégicas del sector. Ya en la Memoria del Seguro 2013-2014 destacaban la necesidad de fomentar la cultura aseguradora, debido a que hay siniestros con hasta un 70% de infraseguro. Con la tendencia inflacionaria, en probable que esta situación no haya mejorado durante el año. También mencionaban que las estadísticas muestran un aumento de siniestralidad en el ramo de incendio.

Tampoco es bueno asegurar por un valor en exceso. Por eso es recomendable que periódicamente se evalúen los riesgos a los que se encuentran expuestos los bienes asegurados para evitar problemas a futuro. Incluso, aunque las pólizas estén pactadas en moneda extranjera, es conveniente revaluar tanto los inmuebles como las líneas de producción y las máquinas en general para ponderar las oscilaciones en los valores de dichos bienes.

Nuestra recomendación es que las compañías de seguro generen campañas de comunicación que apunten a concientizar acerca de esta temática. También hay que trabajar con las áreas comerciales internas y con los equipos de productores y brokers, para que puedan asesorar a los asegurados. En definitiva, cuando se produce un siniestro, el primer interlocutor es el productor, quien recepciona las inquietudes y disconformidades del asegurado, y en ocasiones queda dañada la relación comercial entre ellos.

Estamos convencidos de que la solución a la problemática del infraseguro debe ser encarada por la industria aseguradora en su conjunto, ya que si una compañía aisladamente cambiara su política, esto podría dejarla fuera de mercado por falta de competitividad comercial frente a otras. Debe apuntar a mantener tranquilo al asegurado, respetando el viejo lema del mercado: "Es mejor tener un seguro y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo".

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