LA CANTIDAD DE DOCUMENTOS IMPAGOS ENTRE ENERO Y SEPTIEMBRE AUMENTÓ UN 26% CONTRA 2017

En los primeros tres trimestres creció 68% el monto de cheques rechazados

Los documentos sin cobrar subieron tanto en cantidad como en montos. Los picos de rechazos se vieron en los meses posteriores a la corrida cambiaria, con mayo a la cabeza

La cantidad de cheques rechazados en los primeros tres trimestres del año creció un 26% con respecto a igual período de 2017. Si se observan los montos no cobrados, la cifra es más impresionante, ya que crecieron un 68% entre enero y septiembre. Los números surgen de los informes que publica el Banco Central (BCRA), donde septiembre es el último dato disponible.

Así, se ve que mientras la cantidad total de cheques compensados se mantuvo casi sin variaciones entre ambos períodos (en torno a los 63 millones de documentos), los cheques no pagados aumentaron un 26%. Mientras que en los primeros 9 meses de 2017 hubo 1.113.000 cheques rechazados, en el mismo período de este año sumaron 1.403.000. En consecuencia, la relación entre los documentos no pagados y el total de cheques compensados por el sistema pasó de 1,76% en los primeros 3 trimestres de 2017 a 2,22% en el mismo período de este año.

Los puntos más altos de 2018 en cuanto a cantidad de rechazos fueron los siguientes a la disparada del dólar, que empezó a fines de abril. Mayo marcó el pico, con 188.000 documentos rebotados. Le siguieron julio, con 185.000, y agosto, con 170.000 rechazos.

Con respecto a los montos, también hay una disociación entre el total compensado y la suma impaga de los primeros tres trimestres. La comparación interanual muestra que los montos de cheques compensados crecieron un 24,7%, mientras que las sumas rechazadas aumentaron un 68%. En valores nominales, los rechazos pasaron de $ 34.311 millones a $ 57.636 millones.

Mayo también marcó el punto más alto del año en materia de montos rechazados, con $ 8272 millones. Le siguió julio, con documentos impagos por $ 7870 millones; y agosto, con $ 6998 millones rebotados.

El deterioro de las condiciones económicas en el último tiempo, con la devaluación de casi 50% y la fuerte suba de tasas, repercute en la oferta crediticia y en la capacidad de pago de los emisores de documentos, entre los que predominan las pymes.

Así lo explicó Agustina Gallardo, economista y docente de la UBA: "La problemática de los cheques rechazados se extiende cada vez más en los sectores productivos. Esto responde fundamentalmente a la baja de la demanda (tanto por la persistente caída del consumo como por la creciente participación de bienes importados en el mercado). De esta manera, las empresas incurren en una serie de obligaciones para encarar el proceso productivo, pero no alcanzan a recuperar los fondos necesarios para cumplir con ellas".

"En un contexto de tasa de interés de referencia tan elevada y escasez de líneas preferenciales para capital de trabajo, las herramientas para hacer frente a este estrés financiero son acotadas, por lo que recurren a cheques de pago diferido, los cuales no siempre puede cubrir. Las empresas utilizan el descuento de cheques fundamentalmente por el descalce de plazos, ya que deben enfrentar obligaciones con plazos cortos (para pagar insumos, salarios, obligaciones impositivas, etc.), pero cobran a 90, 120, 180 días", agregó la especialista.

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