¿Dónde está la Argentina y hacia dónde va?

La meta para las renovables es alcanzar una participación del 20% de la matriz para 2025. En la práctica, se adjudicaron 59 proyectos por 2.423 MW, más otros 500 MW de 11 contratos previos a la actual gestión.

New Market Rules in Argentina", un título que no deja libre interpretación sobre las razones que convocaron a los asistentes de la segunda edición del foro sobre energías renovables que organizó el Global Wind Energy Council (GWEC), días atrás. La cita, que tuvo lugar en un pomposo salón de la Bolsa de Comercio porteña, permitió delinear el nivel de avance de los proyectos de generación en ejecución, los aspectos normativos de la ronda 2 del Programa RenovAr y las inquietudes que aún persiguen a los inversores sobre el futuro del mercado energético local.

Las palabras de bienvenida quedaron en boca de Juan José Aranguren, ministro de Energía y Minería de la Nación, quien aprovechó para resaltar que la seguridad energética y el cambio climático son dos caras de una misma moneda, y que la Argentina es un fiel reflejo de aquellos que no supieron manejar esos dos objetivos.

"En la última década, el país perdió el autoabastecimiento energético y hoy, entre otras cosas, tenemos la mitad de la provincia de Buenos Aires bajo agua. El Gobierno nacional, desde el 10 de diciembre de 2015, se propuso redefinir la estrategia energética de todo el país a partir de estos dos objetivos", afirmó, al tiempo que reflexionó: "Su sector (por los renovables) sostiene que, para 2030, toda la matriz podría ser abastecida por fuentes limpias, pero, por otro lado, del sector de dónde vengo (hidrocarburos) asumen que esa declaración es imposible de cumplir y solo será a costa de un castigo económico en el presente. Nosotros creemos que entre ambos existe un camino y estamos ante una transición".

Dame luz

La meta que persigue la nueva administración nacional es que las renovables alcancen una participación del 20% de la matriz eléctrica para 2025, lo que, a su vez, representa un desafío para el sector privado que participa de las sucesivas licitaciones.

Hasta el momento, son alrededor de 3.000 los megavatios (MW) adjudicados entre las rondas 1 y 1.5 del RenovAr, más el remante de proyectos previos, producto de la Resolución 202. "Hay 17 proyectos en construcción y órdenes de compra por más de 1.000 MW con estructuraciones financieras por más de u$s 2.000 millones, con muy buen avance", relató, a su turno, el subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind. "La energía renovable no se trata solo de energía limpia, sino también económicamente conveniente", agregó.

"Las compras conjuntas que hace el Estado nacional, vía Cammesa, en orden y cuenta de la demanda y la ejecución de los contratos a término, y la autogeneración con posibilidad de vender los excedentes, son solo algunos de los elementos ya existentes que fomentan el desarrollo de esta industria", garantizó Kind. "A su vez, venimos trabajando con tecnólogos para la instalación de plantas de fabricación en la Argentina. El Gobierno no va impedir las importaciones, pero los incentivos para los dueños de los proyectos será encontrar beneficios si compran tecnología fabricada en el país", completó.

A fines de agosto, el Ministerio de Energía publicó en el Boletín Oficial la Resolución 275-E/2017 para licitar la generación de energías renovables por 1.200 MW. De ese total, 550 MW corresponden a eólica, 450 MW a solar fotovoltaica, 100 MW a biomasa, 35 MW biogás, 15 MW a biogás de rellenos sanitarios (una categoría que no estaba en las licitaciones 1 y 1.5), y 50 MW a pequeños aprovechamientos hidroeléctricos.

En este marco, el Banco Mundial ha fijado una garantía de hasta u$s 250 millones para responder ante un posible incumplimiento de Cammesa. "En las rondas anteriores, la cantidad fue u$s 480 millones. Esa reducción podría deberse al aumento de confianza en el cumplimiento por parte del Estado argentino. A su vez, como muestra de su solidez financiera, las empresas deberán acreditar un patrimonio neto mínimo de u$s 250.000 por cada megavatio de potencia ofertado", precisó el abogado del Ministerio de Energía nacional, Ramiro Gómez Barinaga.

Y adelantó: "RenovAr 2 permite adecuar el marco regulatorio existente a la experiencia que logramos en las rondas anteriores, donde los contratos, además de ser seguros y transparentes, deben tener una cierta flexibilidad para poder adecuar a las circunstancias, porque son a 20 años, es decir, cinco gobiernos, y con los lógicos vaivenes económicos y financieros que pueden vivirse en el país y el mundo".

Los números a favor

"La Argentina todavía tiene una fuerte dependencia a la energía térmica, que se ubica en el orden del 65%, por lo cual el desafío es muy grande de cara a la transformación que significa el ingreso de las fuentes renovables". con ese porcentaje rompió el hielo Juan Luchilo, Analysis director de Cammesa.

"El precio medio que pagan los usuarios sirve de referencia para los nuevos proyectos, a razón de u$s 50 el megavatio/hora, ya que esto representa los costos de generación en base a gas", señaló el ejecutivo, apoyándose en gráficos. "Los contratos térmicos de largo plazo y renovables con costos fijos terminan delineando un precio para los grandes usuarios en torno a los u$s 70 megavatio/hora", agregó, y continuó: "Si entendemos que el costo marginal del sistema está en alrededor de los u$s 80, cada megavatio que se sume de energía renovable, con estas condiciones, representará un ahorro significativo para todo el sistema".

En cuanto a las redes que deben transportar esa energía, Luchilo aportó: "La red actual está conformada por unos 15.000 kilómetros de 500 kW y la distribución troncal suma otros 20.000 kilómetros. Pero el sistema tiene el desa-rrollo propio de la historia, es decir, a medida que se fueron inaugurando obras de generación, como en su momento fueron las centrales nucleares o las grandes represas hidroeléctricas, se fueron tendiendo nuevas líneas para llegar a los centros de consumo. A partir de esta nueva realidad, se deberá redefinir el sistema. En otras palabras, tenemos que armar las autopistas para que llegue la generación y luego evaluar donde está la demanda puntual".

 

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