EN EL PRIMER SEMESTRE EL INGRESO DE CORTES CRECIÓ 80%

La importación de carne porcina ya representa el 11% del total de la producción

Con un consumo en alza, la industria se prepara para competir con cortes extranjeros. Buryaile estimó que se podría importar por u$s 50 millones anuales desde Estados Unidos

Tras el anuncio del Gobierno de los Estados Unidos de que volverá a enviar carne de cerdo a la Argentina (con cortes de carne fresca, enfriada y congelada) tras 25 años de veda, la preocupación en la industria local crece.

El presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, Juan Uccelli, advirtió que dicha importación puede poner en riesgo a la producción local, y pidió medidas sanitarias exigentes:

"Estados Unidos tiene una enfermedad muy complicada en la producción porcina, es un gran emisor de esa enfermedad, por lo cual existen altas posibilidades que ingrese al país. Si eso ocurre sería desastroso y 35.000 puestos de trabajo pueden quedar en la calle", advirtió.

Más allá del tema sanitario, que requerirán de la intervención del Senasa, los números fríos de la industria, en lo que hace a la producción, muestran que los productores locales vienen teniendo cada vez mayor demanda, que ya convive con importaciones de cortes, principalmente desde Brasil o España. Sin embargo, estos productos sólo representan un 11% del total de la producción (sin tener en cuenta lo que se sumará desde Estados Unidos).

La explicación del sí de la Argentina al ingreso desde Estados Unidos parece estar en el crecimiento del consumo de este tipo de carne que se viene dando en los últimos años. De hecho, para este año, los números oficiales proyectan un alza de entre un 6% y 8% en lo referente a la demanda de parte del consumidor local, lo que igualaría lo que sucedió en el sector en el año precio, y consolidaría un consumo per cápita cercano a los 20 kilogramos (de los cuales unos 14 kilos pertenecen a carne fresca y el resto a chacinados).

Sin embargo, desde la industria alegan preocupación, no sólo por la caída de rentabilidad producto de la suba de costos, sino fundamentalmente por el fuerte incremento de las importaciones, en un plazo reducido. Sólo en 2016, las mismas crecieron un 100%, mientras que en el primer semestre de este año aumentaron un 80%, respecto al primer semestre de 2016.

Por su parte, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, defendió la importación porcina desde Estados Unidos y la analizó como una medida "positiva" para la relación bilateral. En declaraciones radiales, admitió no saber cuánto cerdo se va a comprar en aquel país: "Desconozco las cifras que van a demandar los importadores", aunque estimó que la Argentina podría importar unos u$s 50 millones anuales de carne porcina, del que se posiciona como el principal exportador mundial en este segmento.

"Además la industria del cerdo ha crecido mucho en el país, casi al 10% anual. Hubo una revolución de la producción porcina y el intercambio bilateral ayuda, porque no hay países absolutamente cerrados que crezcan", destacó el ministro.

En tanto, Uccelli afirmó que no se oponen a la apertura de las importaciones pero que reclaman por "una competencia leal", que incluya resguardo de las condiciones sanitarias, "algo que como son las condiciones allá no está dado. Para abrir un mercado se tardan dos o dos años y medio, y acá antes de fin de año va a llegar el primer contenedor", afirmó.

Los datos de la industria muestran que desde el 2002 el sector se encuentra en alza, en lo referente al consumo y la producción, con tasas de entre 7% y 15%. Como ejemplo, ese año se consumían localmente un total de 4 kilogramos por persona (siendo un kilo de carne fresca), mientras que los últimos datos (a junio de 2017) marcan un consumo que creció hasta los 17 kilogramos por habitante, de los cuales unos 14 kilos pertenecen a carne fresca.

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