EN UN AÑO, SUBIÓ 8% LA AFLUENCIA A LAS DISTINTAS BOCAS

Con más clientes, los súper mayoristas crecen como canal pero siguen fuera del radar oficial del consumo

El 30% de los hogares de la ciudad y el GBA ya realiza compras en el canal mayorista. Más de la mitad lo hace en forma semanal y lo que más se adquiere son alimentos básicos

Durante esta primera parte del año, el porcentaje de hogares de la ciudad de Buenos Aires y el GBA que realiza compras en los supermercados mayoristas trepó a 30%, un 8% más que el año anterior. Y del total de estos consumidores, más de la mitad el 53% lo hace forma semanal o incluso más seguido. Los datos corresponden a una encuesta reciente realizada por la consultora Nielsen y muestran una tendencia que se consolida y obliga a los supermercados mayoristas a renovar su propuesta.

"En 2001 y 2002 el canal mayorista también tuvo incidencia en el comportamiento del consumidor, con compras más comunitarias y no tan personalizadas. Pero fue fugaz. Ahora lo vemos más como una tendencia que no es sólo local, sino que también se acelera en México y Brasil, que lideran este tipo de formatos", señaló Diego Gizzi, gerente del área de retail en Nielsen Argentina.

Con todo, en momentos de caída del poder adquisitivo, la principal razón por la cual los clientes se mudan hacia el canal mayorista es la búsqueda de precios más convenientes: según el relevamiento, la percepción de ahorro que ofrece este tipo de cadenas llega a ser de entre el 10% y el 30%.

De acuerdo al Indice Mayorista de Nielsen, los productos que se adquieren con mayor frecuencia son los alimentos básicos. Mientras que las categorías de limpieza, cosmética y tocador tienen una frecuencia de compra un poco menor. Entre enero y abril de este año, los alimentos básicos y no básicos representaron el 44% del peso del total de la facturación, fueron yerba mate y aceites comestibles los productos que más pesaron en el número total. De acuerdo con Víctor Fera, titular de la cadena mayorista Maxiconsumo, en los últimos tres años se duplicó la cantidad de clientes que reciben en sus sucursales. "Para nosotros, las ofertas son en el precio real. Una familia paga $ 5000 en una cadena de supermercados por lo que necesita mientras que por lo mismo en el mayorista paga $ 3000. Las grandes cadenas están cartelizadas", señaló el empresario. "Las familias numerosas cambiaron de proveedor, en vez de ir al supermercado eligen el mayorista. Pero esto no afectó a los autoservicios o al almacén porque no era sus clientes para grandes compras. Les damos una mejor atención pero no perdemos el foco de nuestros clientes que son las pymes, los negocios de barrio", agregó. Las ventas del canal mayorista no están incluidas en la medición de ventas de supermercados que realiza el Indec, que tampoco tiene en cuenta a las tiendas de proximidad, como almacenes y autoservicios.

"El cliente que va a un mayorista valora el precio del producto y mira el precio por kilo o por litro. Ahora, los referentes del canal mayoristas empezaron a notar que más del 50% de sus afluentes son consumidores finales, lo que provocó que se acondicionen esas góndolas de acuerdo a lo que los consumidores finales buscan", advirtió Gizzi. De paquetes cerrados, cajas y pallets, se pasó a exhibir mejor los productos. Además, los grandes empaques cajas de pastas secas o bidones de jabón para la ropa que no existen en otros formatos también son atractivos.

"En 2015 empezó a notarse que se acercaba un público que no solía frecuentar nuestros locales, que son familias que compran para consumo propio, y entendemos que es una consecuencia de un contexto particular. Sin embargo, esta situación no mueve el eje de Diarco, pero algunas determinaciones fueron bienvenidas. La posibilidad de compra unitaria para algunos productos generó particular interés en el consumidor", explicó Pablo Bertolissio, gerente Comercial de Diarco.

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