SOCIALISTAS Y CONSERVADORES QUEDARON FUERA DE LA CONTIENDA ELECTORAL

Macron y Le Pen van a ballottage para definir el próximo presidente de Francia

El líder centrista se impuso con 23,91% y la ultraderechista obtuvo 21,42% de los votos. Se enfrentarán en segunda ronda el 7 de mayo. Fillon y Hamon pidieron votar contra la derecha

Los derrotados de ayer en la primera ronda de elecciones presidenciales de la Quinta República fueron los dos grandes partidos que dominaron la política francesa desde hace medio siglo: los socialistas del jefe de Estado saliente François Hollande y los conservadores. Ninguno de ellos podrá acceder a la presidencia, aunque posiblemente sí impongan su poder en las elecciones legislativas de junio.

Además, "ninguno de los 11 candidatos que llegaron a la primera vuelta, con excepción de Marine Le Pen había sido candidato antes, o sea que es una renovación del personal político francés", indicó el embajador Pierre Henri Guignard en Buenos Aires.

Al cierre de esta edición, con el 96% del escrutinio oficial, la diferencia entre Macron y Le Pen era muy estrecha, con 23,91% de los votos para el primero y 21,42% para la segunda, informó el Ministerio del Interior.

En tercer, cuarto y quinto lugar quedaban el conservador François Fillon (19,94%), el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (19,54%) y el socialista Benoît Hamon, que no pasó del 7% de los sufragios.

Pese a la amenaza de atentados yihadistas que planeaba sobre estos comicios, los franceses no se dejaron amedrentar y acudieron a las urnas custodiadas por más de 50.000 policías y gendarmes, con una participación que rondó el 70%.

A sus 39 años y al frente de un nuevo partido, ¡En Marcha!, Macron se convertiría en el presidente más joven de Francia, mientras que Le Pen, de 48 años, sería la primera mujer en la jefatura de Estado. Más allá de esas diferencias personales, los separa un abismo en posturas políticas.

Macron, ex ministro de Economía de Hollande, ha hecho campaña con un programa abiertamente proeuropeo y liberal.

Mientras Le Pen se benefició de la misma ola populista que Donald Trump en Estados Unidos, con un programa centrado en el "patriotismo" y la "preferencia nacional".

La líder del partido Frente Nacional (FN), con el que repitió la hazaña de su padre 15 años después, promueve una salida del euro que podría causar un golpe fatal al bloque, tras el Brexit.

Tras el cierre de los comicios, el ex primer ministro francés Fillon cuya campaña estuvo plagada de denuncias de corrupción y el socialista Hamon reconocieron sus derrotas públicamente e instaron a sus seguidores a votar por Macron en segunda vuelta. "No tenemos más opción que votar contra la extrema derecha", afirmó Fillon, y Hamon instó a "vencer como sea posible al Frente Nacional", algo que también promovió el primer ministro del gobierno socialista, Bernard Cazeneuve. Mélenchon adelantó que no llamará a votar por ninguno en el ballottage.

Macron y Le Pen disponen ahora de 15 días para convencer a los 47 millones de electores de que son la mejor opción para dirigir el país. El que lo consiga tendrá luego que tejer alianzas de cara a las legislativas a dos vueltas de junio, que hasta ahora han favorecido a los partidos tradicionales. En cualquier caso, la economía maltrecha por el desempleo y un crecimiento que sigue sin despegar tras la crisis de 2008 serán los desafíos a enfrentar por la clase gobernante.
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